ENFOCADA EN LO QUE VIENE
La razón por la que Charo Vega decidió alejarse para siempre de las polémicas
Playa, sol, verano y muy buena compañía es todo lo que se necesita para pasarla bien.
El nombre Charo Vega nos conduce a una referencia automática del mundo rosa de los años 80 y 90. En sus memorias habitan recuerdos y vivencias junto a muchas personalidades importantes de la crónica social. Fue íntima de Carmina Ordóñez, Encarna Sánchez y hasta de la mismísima Isabel Pantoja.
Pero ¿Cuál es la gracia de Charo Vega? No es actriz, ni cantante y una que otra vez presumió de colaboradora televisiva. Lo que hacía brillar a la Socialité era su capacidad única de animar las fiestas y convocar a todos a su alrededor, conectando sus influencias y creando comunidades sociales del espectáculo mucho antes de que existiesen las redes sociales.
Esa es la gracia y lo que siempre ha caracterizado a Charo Vega. Pero claro que hablamos de un tiempo pasado, algo que se dispuso a hacer en sus años de juventud. Ahora, a sus 64 años, solo quiere descansar y estar tranquila transitando sus años de adultez rodeada de cosas mucho más bajas de intensidad.
Hay un conocido refrán que dice “el zorro podrá perder el pelo, pero no las mañas” y si bien Charo Vega ya no protagoniza esas fiestas descontroladas de los 80, ahora vive el momento con más tranquilidad, pero igualmente con algún que otro condimento de sabor. Porque claro, la diversión tiene que estar presente sí o sí.
El verano le ha sentado muy bien a Charo Vega quien se ha trasladado a Cádiz, más específicamente a las playas de Zahara de los Atunes, donde disfruta junto a su sobrino de las playas paradisíacas y el sol veraniego. Tiempo de calma para la querida íntima de Carmina Ordóñez.
La vida de Charo Vega hoy no se asimila en nada a la que fue en su momento. Hace pocos meses contó en “Deluxe” la difícil labor que encarnó para poder salir de las adicciones, algo de lo que muchos de sus amigos no han podido escapar. Su lucha y resiliencia han echado pequeños destellos a su historia y es por eso que hoy, su nombre, es sinónimo de respeto y conocimiento ante una época de la que poco sabemos.
Pensemos que en los 70 u 80 no existían las redes sociales, no había fotografía alguna que pudiese revelarnos la intimidad de los famosos. Charo estuvo en muchos momentos personales de las celebridades, siendo un hombro o lo que fuese necesario para los demás. Hoy es tiempo de celebrar su vida, su trayectoria y su carrera de la mano de una paz invaluable.
