Joaquín Sabina reaparece aunque alejado de los escenarios y de la música

Mientras que todos los músicos del país van retornando lentamente a sus labores, arriba de los escenarios más reconocidos y prestigiosos de España; Joaquín Sabina se mantenía en silencio y sin dar ninguna señal de su posible regreso, a pesar de ser consciente de que todos sus fanáticos cuentan los minutos para poder deleitarse con su particular voz.

Si bien el cantante de "19 días y 500 noches" tiene una cita marcada en su agenda, para el mes de noviembre aún no se sabe con certeza si retomará o no el tour que tenía planificado. Cabe destacar que la Academia Latina de la Grabación transmitió a través de un comunicado, que Joaquín Sabina recibirá el Premio a la Excelencia Musical en la vigésima segunda edición de los premios en el MGM Grand Garden Arena.

Pero según se pudo conocer, el compositor decidió reaparecer antes de lo planificado y así se lo pudo ver a través de la cuenta de Instagram del escritor y Profesor de Historia José Alan Lucero, con quien aparentemente Joaquín Sabina compartió un agradable momento. De acuerdo a la publicación del youtuber, el encuentro tenía un motivo especial: los relatos del cantante formarán parte de su próxima obra literaria.

Un tanto emocionado, escribió cómo fue el instante privilegiado que vivió al lado de Joaquín Sabina: "Hablamos de muchas cosas, pero sobre todo de sus padres, cuya interesante historia me llevó a sentarme en su sofá". Es útil destacar que los progenitores del poeta y él tenían una particular relación, la cual llevó a que el cantautor sea detenido por su propio padre tras haberse proclamado en contra del proceso de Burgos en 1970.

Es de público conocimiento, que aquello que hizo grande a Joaquín Sabina no fue únicamente su talento y la capacidad que tiene de plasmar en canciones la realidad social, sino también su "don de gente", el cual lo catapultó a la cima, lugar del que nunca jamás pudo bajarse, pues su música sigue conmoviendo a grandes y pequeños, a viejas y nuevas generaciones.

Se mostró maravillosamente cercano, y al poco del saludo inicial (me temblaba la mano un poco, lo confieso) comenzamos a charlar como si fuésemos dos parroquianos de aquellos bares de la Madrid en los que componía.