El miedo que persigue a Karlos Arguiñano cada vez que se pone frente a una cámara de Televisión

Nadie puede dejar de tener presente la cara bondadosa de Karlos Arguiñano frente a la pantalla de televisión, explicando cada detalle de una receta como si estuviera abriéndonos las puertas de su hogar, siempre con algún chiste o comentario humorístico y posiblemente muy cómodo hablando cerca de los fogones sobre cocina y secretos culinarios.

El cocinero vasco lleva más de 30 años desde diversos programas explicando todos los trucos que debemos hacer y compartiendo su extenso repertorio de recetas y comidas típicas con su toque especial. Pero lo cierto es que para Karlos Arguiñano no todo fue tan fácil siempre y antes de entrar en televisión tuvo un miedo muy grande.

Como estamos acostumbrados a ver tan suelto a Karlos Arguiñano nos olvidamos que como todos alguna vez inició y no fue fácil. Para mantener actualizados sus conocimientos culinarios tuvo que recorrer un enorme camino y formarse continuamente. El chef decidió que quería dedicarse a este mundo cuando tenía 17 años y se anotó para la Escuela de hostelería del hotel Euromar, de Zarauz.

Pero en televisión comenzó un tiempo después, en el año 1978 y también en Zarauz, ciudad en la que se formó. Fue exactamente cuando decidió abrir su propio restaurante que se construyó sobre un castillo antiguo de piedra rústica, hoy muy característico de la vida de Karlos Arguiñano. El lugar alcanzó tanta popularidad que la televisión se interesó en él.

A Karlos Arguiñano lo invitaron  a presentar su propio programa de cocina en televisión en el año 1990 en la cadena autonómica vasca ETB. Por esa época, el cocinero tenía un terrible temor propio de alguien que aún es inexperto. El miedo era simplemente a no llegar a tener tantas recetas para cubrir toda la temporada, algo que luego de 30 años nos parece imposible puesto que su recetario parecería no tener fin.

Hoy en día Karlos Arguiñano tiene su programa de cocina abierta en Antena 3 y son cientos de españoles los que deciden seguir sus pasos para llevar a las mesas de sus hogares, el vasco se ha convertido en uno de los cocineros más mediáticos del país y no sólo eso, sino que también  muy querido, por lo que aquel temor después de tanto tiempo se volvió insignificante y se nota su capacidad de reinventarse todo el tiempo.