La Reina Letizia y el Rey Felipe fueron los grandes protagonistas de la edición número 39 de la entrega del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo que se llevó a cabo el pasado martes, 29 de noviembre, en el Hotel Westin Palace de Madrid. Allí, la celebrada por todo lo alto fue la periodista Pilar Bonet por su gran labor como comunicadora. Sin embargo, nuevamente, la nuera del Rey Juan Carlos acaparó toda la atención.

Para este maravilloso evento del ámbito de la comunicación, la Reina Consorte se decantó por uno de sus diseñadores favoritos: Felipe Varela. La cuñada de la Infanta Cristina lució el vestido midi creado en patchwork brocado y bordado a mano en hilo, el cual ya había estrenado en la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2018 que se desarrollaron en el teatro Campoamor.

Fue de público conocimiento que cuando la Reina Letizia llegó a la Casa Real no fue precisamente bien recibida, por el contrario, los Borbón no tenían muchas esperanzas depositadas en ella como la futura Reina Consorte del país: su carácter y fuerte temperamento eran las principales razones para ser rechazada, no obstante, el Rey Juan Carlos tenía otro argumento de peso que lo alejaba de la madre de sus nietas.

Según lo expuesto por Pilar Eyre en su blog para la revista "Lecturas", al ex jefe de Estado le molestaba demasiado la decisión de su hijo de casarse con una mujer que fuera nieta de un taxista y divorciada, pero le afectaba más aún su profesión como periodista. "Juan Carlos no quería a esta última porque era periodista y temía que filtrara informaciones. '¿No entiendes que le contará a todo el mundo lo que pasa en esta casa?'", habrían sido las palabras del marido de doña Sofía hacia su descendiente.

No obstante, él no era el único miembro de la dinastía que demostraba su rechazo. Para la Infanta Cristina y para la reconocida prima griega, Marie Chantal, la irrupción de la Reina Letizia fue un trago amargo muy difícil de digerir, pero ella, sin detenerse en sus detractores, siguió su camino de servicio a la Corona. Eso sí, no olvida los constantes desaires que habría sufrido en el pasado.

La estrategia que utilizó la Reina Letizia a modo de "venganza" 

Como se mencionó en líneas anteriores, la esposa del Rey Felipe solo tuvo un camino: mirar al frente, pero en ese sendero se encargó de que el Rey Juan Carlos, la Infanta Cristina y Marie Chantal la respetaran no solo como persona, sino también como la Reina Consorte de España; con el Rey Juan Carlos fue simple, además de instigar para su abdicación, decidió no estar cerca de él en ningún momento.

"Como pequeña venganza por las humillaciones que le hizo pasar siendo Princesa, Letizia procura en todas las fotos ocupar el puesto más alejado posible del Emérito", asegura el periodista Jaime Peñafiel. Con la Infanta Cristina fue un poco más minuciosa y determinó dejar de usar el anillo de compromiso que Iñaki Urdangarin habría ido a retirar a una famosa joyería y que la opinión pública asociaría con malversación y fraude —delitos por los que este fue condenado—. Por último, con Marie Chantal se declinó por cortar todo tipo de lazo, tanto es así que no volvió a asistir a ninguna celebración de la familia griega, pese ser una invitada en reiteradas ocasiones.

El trabajo de la Reina Letizia por la Monarquía

Los expertos consideran que la Reina Letizia fue la encargada de limpiar la imagen de la Corona española: pasará a la historia por ser la primera Reina de España no nacida en una Familia Real y como la gran consejera del Soberano: "A veces pienso que la mejor palabra para definirla es 'evolución'", aseguró la periodista y escritora, Ana Romero.