Parece que el espíritu navideño y sobre todo el enorme susto que se ha llevado de cara a fin de año hicieron que Kiko Rivera quisiera enmendar algunas cosas, una de ellas es la cuenta pendiente que tiene con Isabel Pantoja. Madre e hijo se disgustaron hace dos años y no han vuelto a hacer las paces.

En "El programa de Ana Rosa", el periodista Pepe del Real acercó la información de que Kiko Rivera está tan decidido a recomponer la relación con su madre que iría en algún momento de este mismo fin de semana navideño a visitarla en Cantora. El periodista explicó que la llamó por teléfono y le dijo que la extraña y quiere verla: "Después de la muerte de Bernardo Kiko se ha dado cuenta de que ese bloqueo que tenía, de no dejar entrar a su madre al hospital y el de no querer recibir visitas, no le estaba haciendo bien y ha sido él quien se acerca en estas fechas".

Después de la muerte de Bernardo Kiko se ha dado cuenta de que ese bloqueo que tenía no le estaba haciendo bien.

A quien no le habría causado demasiada gracia este acercamiento entre el  DJ y la tonadillera es a Irene Rosales, ella todavía está muy sentida por la actitud de su suegra que no la acompañó cuando fallecieron sus padres y en el caso de partir hacia Cantora ella no participaría.

Una Navidad diferente

Desde el medio Semana apuntaron a que Irene Rosales no tiene ninguna intención de dar un paso para que las cosas se calmen y no perdona la actitud de su suegra. La esposa de Kiko Rivera no quiere pasar Navidad con Isabel Pantoja y es por eso que el músico irá solo, pero no a pasar las fiestas, sino de visita.

Muchos opinan que esta sería la mejor oportunidad para que la familia haga de una vez por todas las paces e Isabel Pantoja vuelva a participar activamente en la vida de Kiko Rivera y de sus nietos, pero Irene Rosales está verdaderamente cansada y durante el último tiempo ha sido tan solo ella quien le puso el pecho a las balas con su familia, por lo que su postura es casi inamovible.

Kiko Rivera estaría dispuesto a hacer un hueco en la agenda del fin de semana para visitar a la cantante y charlar de todo lo que tienen pendiente, lo haría en soledad, sin Irene Rosales y sin sus hijas. Se trata de un momento bastante delicado para Isabel Pantoja y la llamada de su hijo es una luz al final del túnel en este tiempo.

No ha sido fácil

Kiko Rivera ha pasado por varias pruebas que lo hicieron tomar consciencia de que la vida pasa muy rápido, hace unos meses pasaba por un ictus y entendía que debía manejar los niveles de estrés, el fallecimiento de su tío Bernardo también lo ha sacudido bastante.