UN CLAN

La personas detrás del gran éxito en el imperio de Karlos Arguiñano

El chef ha sido la cara amable en las cocinas de la televisión española.
sábado, 23 de abril de 2022 · 17:00

La cara más noble y buena que siempre se para en los fogones de la televisión española es sin dudas Karlos Arguiñano, tiene un humor que contagia y ha logrado traer las recetas clásicas convirtiéndolas en un momento de compartir con la familia,  una manera de actuar y trabajar que condice con su propia vida.

Parte del clan de Karlos Arguiñano.

Karlos Arguiñano es el jefe de un clan enorme, de siete hijos que han heredado el negocio familiar. Se casó con María Luisa Ameztoy en 1974, ella también se dedica a la hotelería y juntos han trabajado duro para formar un verdadero imperio, además de criar a todos sus hijos para que mantuvieran el legado.

Desde hace muchos años  Karlos Arguiñano y su esposa residen en la localidad de Zarauz, en realidad desde siempre, es por eso que allí les tienen mucha estima y hasta se han convertido en los embajadores. Cada uno de los hijos del chef gestionan alguna parte del negocio, además en el último tiempo han abierto KA, un complejo turístico donde se brinda un hermoso hospedaje y además una cocina de lujo.

Los siete hijos de Karlos Arguiñano.

Todos los hijos de Karlos Arguiñano se dedican a algo del negocio familiar, Eneko es quien dirige la sala y toma los pedidos de los comensales, además es la cara visible porque siempre se comunica con los medios y se siente cómodo allí. Martín es el encargado de gestionar todo el complejo, aunque esta por supuesto que ha sido siempre una tarea grupal.

 Zigor es el jefe de la cocina del restaurante de Karlos Arguiñano, es el que sigue los pasos del cocinero delante de los fogones y ha estudiado en la Escuela de Hostelería de su padre junto a su hermano Joseba y su hermana María; esta última es miembro adoptiva del clan, la conocieron cuando el chef estaba en Argentina y ella trabajaba como asistenta en Buenos Aires. Siempre se ha sentido parte del clan y es cuidada y respetada por los otros seis hermanos.

María es la hija adoptiva de Karlos Arguiñano.

Los únicos dos que no han seguido los pasos de la cocina pero que de una manera u otra siempre se encuentran vinculados al negocio de Karlos Arguiñano son Karlos y Amaia, el primero trabaja en cine y con la utilización y manejo de cámaras. Y Amaia es especialista en telemetría, una disciplina que ayuda a los pilotos de carrera; aunque no se ha desligado del todo porque está a cargo de la bodega de su padre, donde se comercializa el txakolí.