"Cuéntame", la razón de peso que definiría su futuro

Con 'Whisky', el episodio que salió a la luz este jueves 16 de junio, "Cuéntame" se despidió a lo grande de la pantalla de RTVE luego de 22 exitosas temporadas, aunque todavía resta por saber si se trata de un adiós para siempre. 

El capítulo estuvo centrado principalmente en Antonio Alcántara, personaje al que le da vida Imanol Arias, protagonista indiscutido de la serie tanto en la ficción como en la realidad. El actor tuvo unas polémicas y desafortunadas declaraciones que no hicieron más que condenar el futuro del programa más longevo y emblemático de nuestro país. 

"Esa es la televisión pública, por favor, no quiero volver. Que me liberen ya. Es insoportable estar en esa cadena. Yo espero no volver en mucho tiempo a nada público en este país”, dijo el intérprete en una entrevista con La Kapital de TeleBilbao tras conocer que desde la cadena tenían pensado darle un final definitivo a "Cuéntame".  Si bien luego se arrepintió de sus palabras excusándose en sus redes "me pasé tres pueblos, se me fue la olla sinceramente y nada de lo que dije me representa totalmente. Me traicioné y traicioné a mucha gente con la que he trabajado duro y bien", el daño ya estaba hecho y, según la información que circula, el sector de UGT dentro de RTVE pidió directamente la cabeza del actor para que la serie siguiese en producción.

Ahora bien, si tenemos en cuenta estrictamente la historia que narra la ficción, lo cierto es que "Cuéntame" debería continuar, ya sea con una última temporada o una película para televisión. Es que el último capítulo a pesar de dejar un buen impacto en los espectadores, no funciona como conclusión definitiva para los personajes, pues han dejado demasiados cabos sueltos. 

El episodio hace referencia al origen de todo, a cómo el clan Alcántara logró irse a Madrid y establecerse en la capital hasta llegar a residir en San Genaro, y allí es cuando le dan cara a una amenaza del pasado que ha estado atormentando al patriarca de la familia desde hace más de 40 años y que en parte explican su actitud durante estas 22 temporadas. Aún cuando la ficción expone cómo el sistema franquista fagocitaba el enfrentamiento fratricida entre la propia clase obrera y, de hecho, podría hacer sido un muy buen final, la realidad es que hay demasiadas tramas abiertas que necesitan cerrarse. 

El capítulo anterior dejó la incógnita de qué va a pasar con Oriol, ahora que se ha convertido en espía infiltrado para la policía; así como también qué sucederá con Santi y Melero, tras el beso que el skinhead le dio al hijo mayor de Toni Alcántara, motivos más que suficientes para renovar el programa más icónico de España.