ANTES DE PARTIR

El deseo del Rey Juan Carlos que solo el Rey Felipe podría cumplir

Solo eso, después que se olviden de su nombre si así España lo quiere.
sábado, 25 de junio de 2022 · 17:48

La última visita del Rey Juan Carlos a España ha dado mucho que hablar y las repercusiones están presentes hasta el día de hoy. Si algo quedó claro es que no cayó en gracia al Rey Felipe, quien intenta por diestra y siniestra enmendar algo de todos los destrozos que dejó el legado de su padre.

El Rey Juan Carlos debe asumir que no hizo las cosas bien, que sus errores mancharon el nombre de la monarquía y ha tildado con malos adjetivos a toda su herencia. Pero todavía hay gente que lo aclama, que lo quiere y eso es algo que el Rey Felipe jamás podrá detener.

El Rey Juan Carlos y el Rey Felipe (imagen de archivo)

Cierto es que hoy el Rey Juan Carlos está en Abu Dabi a sus 84 años. Ha fijado su residencia tranquila y permanente por medio de una carta, la misma que Jaime Peñafiel tildó como una burda mentira. Lejos de la tierra que lo vio nacer, ser y deshacer, hoy Juanito pide justicia.

Lo pide a voz baja porque es consiente, queremos creer, de todo lo que ha hecho y provocado en su vida. Según el medio “El Nacional”, hay una última voluntad que el Rey Juan Carlos le pide a su hijo Felipe VI. Un deseo que podría no cumplirse nunca.

Antes de partir desea ver a toda su familia unida. Una pretensión muy ambiciosa dado todo lo que ha ocurrido, en parte gracias a él. La Infanta Elena es la única más o menos allegada al Palacio de Zarzuela y quien podría dar ese gusto a su padre, pero ¿y la Infanta Cristina? Ahí la cuestión empieza a complicarse.

El Rey Felipe no podrá cumplir jamás el último deseo del Rey Juan Carlos.

Si hay algo que une a los Borbón es, paradójicamente, la eterna riña que hay entre ellos. No se unirían ni, aunque sucediese lo peor, Dios no lo oiga. El Emérito pide lo que él mismo destruyó, pues la unión familiar se corrompió hace años. Ni siquiera el Rey Felipe puede cumplir eso con sus propias hermanas. Tales deseos tendrán que quedar solo en su cargo de conciencia.