Kiko Matamoros no tuvo reparo alguno en protagonizar uno de los momentos más emotivos de la pantalla chica tras afrontar sin miedo a la nueva sección de "Sálvame", "Matamoros frente a Matamoros", la cual ha sido llevada a cabo por Carlos Lozano.

En dicho espacio, el exconcursante de "Supervivientes 2022" se remontó a su vida pasada y, si bien le dedicó un buen tiempo a sus hijos, también ahondó en una de las personas que ocupó un importante lugar en su día a día: Mila Ximénez.

Echo muchísimo de menos la complicidad que tenía con Mila. Había momentos que no nos hablábamos, pero aunque estuviéramos enfadados, seguíamos siendo cómplices.

Tras estas sentidas palabras, el colaborador de televisión se mostró muy emocionado al recordar a la difunta periodista y confirmó lo que todos intuían sobre su relación con ella: Mila era de sus amistades más bonitas y especiales, por lo que lamentó no tenerla más a su lado.

Como podemos observar en la imagen superior, el exesposo de Makoke repasó sus mejores años en televisión y, en compañía del presentador, ha podido ver en pantalla al famoso "Eje del mal". ¡Sí, el trío televisivo que conformaba junto a la escritora y Kiko Hernández!

Hubo una temporada que nos sentábamos en frente y estábamos todo el programa mirándonos y descojonándonos de risa porque no teníamos que decirnos nada.

De esta manera, Kiko Matamoros se sinceró como nunca antes y no evitó que el dolor invadiera su corazón tras revivir aquellos entrañables momentos junto a su querida amiga, Mila Ximénez. "Nos mirábamos y nos tirábamos al suelo porque sabíamos lo que estábamos pensando. Tenía una conexión brutal con Mila, y con Kiko, los tres éramos cómplices", sentenció con un nudo en la garganta.

El triste último adiós a Mila Ximénez

El próximo 23 de agosto, se cumplirán un año y dos meses de la desaparición física de la que fuera colaboradora de "Sálvame". La madre de Alba Santana Ximénez de Cisneros fallecía a la edad de 69 años, debido a un cáncer de pulmón que le fue diagnosticado en 2020 y que la mantuvo alejada por unos meses de la televisión. Fue incinerada al día siguiente de fallecer en el Cementerio de la Almudena, con planes de trasladar sus cenizas a Ámsterdam, donde residen su hija y sus nietos.