Amador Mohedano pone contra las cuerdas a Rocío Carrasco con una verdad irrefutable

Si para algo ha servido la docuserie de Rocío Carrasco, ha sido para dar descrédito y apuntar directamente contra su familia mediática. En cada uno de sus episodios, se ha encargado de escoger estratégicamente a sus enemigos para lanzar “su verdad”. Ahora, la que realmente no para de verse perjudicada es ella. Amador Mohedano es quien,  lógicamente, ha sido uno de los que últimamente le han dado la espalda.

El último proyecto de Rocío Carrasco estuvo plenamente originado para honrar a Rocío Jurado; aunque lejos de traer conciliación, el museo fue el encargado de separar aún más a la familia. Amador Mohedano por fin ha podido presenciar la obra de la que tanto se habla y, a modo de presentación, sólo decir que no le ha sentado nada bien lo que vio.

Al igual que la hija de “la más grande”, Amador Mohedano creó su propio documental para dar respuestas a las acusaciones de Rocío Carrasco. Con el objetivo de desmentir cada una de sus historias, ahora fue el museo el que también se llevó todas sus decepciones.

Apenas entrar, Amador Mohedano ha confesado que recordó a su hermana como nunca antes. “Me vinieron muchos recuerdos y no podía contenerme. Aguanté el tipo hasta donde pude”, confesó. Y luego pasó a darle donde más le dolería a Rocío Carrasco: “Falta parte de la historia. No está Ortega Cano, ni sus nietos ni sus hermanos. Deberían de estar”, dijo acerca de su notable ausencia en los álbumes de Rocío Jurado que albergan el lugar.

Lo hecho, hecho está, dicen los refranes por ahí. Y es que más que lamentar, el hermano de Rocío Jurado no ha podido hacer más que cuestionar las faltas. A pesar del caótico vínculo que mantiene con Rocío Carrasco en el presente, tuvo el coraje para reconocer que “el museo está muy bien”. “Se ha mantenido el 85 % de lo que yo tenía montado. Siempre dije que me faltaban dos meses para terminarlo, era lo que me quedaba”.