"Cristo Rey" la serie sobre el matrimonio conformado por Ángel Cristo y Bárbara Rey ya tuvo sus repercusiones; pese a las dificultades del rodaje, el biopic se estrenó el pasado 15 de enero en la plataforma paga de Atresmedia, Atresplayer. Protagonizada por Jaime Lorente y Belén Cuesta narra la tormentosa y mediática relación que mantuvieron la actriz con el artista circense.

La trama del producto audiovisual avanza con rapidez y logró cumplir con las expectativas de la audiencia, ya que es el reparto es de lujo y la historia muy atrapante, aun cuando el vínculo amoroso del famoso domador y la presentadora murciana fue la comidilla de la prensa rosa durante muchos años, no obstante, para ciertos críticos los diálogos carecen de riqueza y originalidad.

Las tragedias de Ángel Cristo 

Indudablemente, la serie biográfica creada por Daniel Écija puso sobre el tapete la vida de Ángel Cristo, sus grandes logros, sus éxitos, pero también las tragedias que lo marcaron y de las cuales no pudo sobreponerse, de hecho, según las fuentes consultadas, los momentos dolorosos que debió afrontar lo llevaron a caer en excesos que casi le cuestan la vida en reiteradas ocasiones.

El debut profesional del padre de Sofía Cristo fue con tan solo 21 años en 1965; el domador sufrió constantes ataques por parte de leones y tigres durante sus inicios, pero esto no hizo que bajara los brazos, por el contrario, le sirvió para mirar al frente y continuar con su objetivo. Tanto es así que gracias a su valor y dedicación, en el año 1982 obtuvo el reconocimiento de la Medalla de Oro del Festival Internacional del Circo.

Gracias a su talento, el oriundo de Huelva pudo montar su propio espectáculo: El Circo Ruso que se convirtió en el más importante de Europa. Pero, las luces, vinieron acompañadas de las sombras y en la década de los 80 sufrió heridas de consideración que lo llevaron a estar hospitalizado y a ser intervenido de urgencia, pues domar leones, tigres y elefantes no era una tarea simple de realizar.

En los 90 los circos comenzaron a perder su brillo y junto con esto, los problemas volvieron a estar presentes en la vida del empresario; fue denunciado por maltrato animal y por utilizar a tres niños en los números desarrollados con elefantes, las multas llegaban de manera constante y el embargo de su circo era inevitable. Para intentar resolverlo, se sometió a una huelga de hambre en el año 2001, no obstante, no tuvo los resultados que él anhelaba.

La vida del domador pasó del esplendor a la oscuridad en cuestión de pocos años, puesto que además de todos los problemas profesionales, se sumaron los personales debido a las fuertes acusaciones de Bárbara Rey y sus hijos. Un dato no menor es que fuentes cercanas a Ángel Cristo aseguran que jamás logró superar el fallecimiento de su primera esposa, la trapecista Renata Tanton. Esta sumatoria de contratiempos llevaron a que caiga en una profunda depresión de la que logró sobreponerse, pero jamás volvió a ser el mismo.

Los últimos años de Ángel Cristo lejos de lo que más amaba

Tras divorciarse de Bárbara Rey, Ángel Cristo rehízo su vida sentimental, primero con Berta Cilleruelo, luego con la trapecista checa Angélica, pero quien lo acompañó hasta sus últimos días fue la reconocida artista circense Circe Roque. En cuanto a lo profesional se alejó del circo y trabajaba en una empresa de espectáculo automovilístico. Falleció el 4 de mayo de 2010 a los 65 años como consecuencia de un paro cardíaco.