En la Casa Real nadie duerme. Cada día se suscitan nuevas tramas, pero la que tiene a muchos en vilo sería el acuerdo al que habrían llegado Iñaki Urdangarin (55 años) con la Infanta Cristina (57 años) para poner fin a su matrimonio.

Para nadie es un secreto que la pareja no está en su mejor momento. La hermana del Rey Felipe solo quiere deshacerse de esta piedra en el zapato que le ha dado muchos dolores de cabeza.

El periodista Juan Luis Galiacho en “Cuatro al día” reveló que el acuerdo definitivo entre el ex Duque de Palma y la Infanta Cristina tiene fecha y condiciones definitivas. El exbasquetbolista hizo un negocio redondo para firmar el divorcio, pues habría aceptado una pensión vitalicia de 25 mil euros al mes y una indemnización de 2 millones de euros.

“Urdangarin lo que ha venido a decir es que se ha cansado ya de tantos marrones, que ya se ha comido muchos”, asegura el director de “El cierre digital” y añade que el exdeportista solo desea “un dinero en ‘A’”, es decir, que todo quede por escrito y tenga legalidad ante Hacienda.

Lo que ha venido a decir es que se ha cansado ya de tantos marrones.

Galiacho sostiene que Iñaki Urdangarin fijó su residencia fiscal en España y que se aseguró de que el acuerdo sea transparente para las autoridades. Por eso exige que la indemnización se realice en un solo pago y que todo “conste en un documento oficial”.

La única condición de Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin hace poco recibió una oferta que era imposible de rechazar, a menos que la Infanta Cristina le ofreciera esa misma cantidad. El ex Duque de Palma habría logrado que ese acuerdo represente el mismo monto que le habían puesto sobre la mesa para realizar un libro sobre los secretos detrás de Zarzuela y de su exmujer. Este silencio fue posible gracias a una serie de acuerdos; ya que si habla, sería un desajuste total.

El hombre que sabe de primera fuente la opinión de Iñaki Urdangarin

Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarin, reconoció hace unos días en la televisión que su cliente está enfocado en conseguir trabajo. También señaló que hay un estigma generalizado que sembraron los medios sobre su ya desgastada figura. "Sigue buscando trabajo y sigue luchando por poderlo tener. Se ha ido preparando durante el tiempo que estuvo en prisión. Como muchos ciudadanos, ha tenido que pagar un precio alto por determinadas circunstancias. Ya lo ha pagado, tanto económica como personalmente, como con su privación de libertad", dijo.