Infanta Cristina
La Infanta Cristina mira y sonríe al ver a Iñaki Urdangarin perder lo que siempre quiso
Se acabó su trampa.El divorcio de Iñaki Urdangarin (55 años) y la Infanta Cristina (57 años) es un hecho irreversible. Desde que se supo el engaño del ex Duque de Palma, se puso en marcha una negociación para que la separación llegue a buen puerto y así evitar que se convierta en un escándalo más que pueda afectar a la corona.
Es por ello que el padre de la Infanta Cristina, el Rey Juan Carlos, tuvo que intervenir para acordar ciertas condiciones que aseguren el futuro de su hija y demás miembros de la Casa Real.
Todo lo que Iñaki Urdangarin perdió
Para nadie es un secreto que el ex-Monarca y su yerno tenían buenas relaciones, pero que se enfriaron una vez que se destapó el caso Nóos, pues tuvo que alejarse porque no podía salpicarse de semejante problema. Así que lo primero que hizo fue tensar la relación y marcar distancia, ya que Iñaki Urdangarin sería investigado y posteriormente fue preso por corrupción.
Una amiga de la Infanta Cristina relata que el emérito y el ex jugador de balonmano entablaron cierta amistad y confianza. El Rey Juan Carlos estaba al tanto de todos los movimientos de su yerno y este se aprovechaba de cualquier situación para exigirle mejores condiciones de vida y trabajo.
Uno de los tantos reproches que Iñaki Urdangarin escuchó de parte del rey Juan Carlos fue: “¿Cuándo le vas a comprar una casa de verdad a mi hija?”, dijo la amiga de la Infanta Cristina, así fue como les regaló el palacete de Pedralbes y el ex Duque de Palma lo sintió como una victoria.
El fin está cerca
Ahora, Iñaki Urdangarin no oculta sus intenciones, dado que quiere cobrarse el tiempo que pasó en la cárcel, tras haberse echado encima toda la culpa. Es por ello que en este contrato de divorcio habría solicitado una pensión mensual, algunas propiedades, un escolta, una cuantiosa indemnización y más privilegios con tal de guardar silencio.