Mila Ximénez falleció hace casi dos años y sus seguidores y compañeros la siguen recordando como si todo hubiese pasado ayer. Se trató de una despedida triste y hasta injusta, nadie esperaba que ella no pudiera vencer el cáncer, una enfermedad que sigue llevándose millones de personas en el mundo.

Quien se ha llevado verdaderamente la peor parte en este duelo ha sido la hija de Mila Ximénez, Alba Santana, quien tan solo 5 meses después de despedirse de su madre, también tuvo que hacerlo de su padre, Manolo Santana. Aunque la relación entre padre e hija no era cercana desde hace algunos años, los recuerdos de la infanta y el cariño no se olvidan.

Alguna vez, la fallecida colaboradora aseguró que lo suyo no era el amor, así lo han recordado en el medio "Pronto", con Manolo Santana no fue la excepción: "Para ser feliz tienes que tener a tu lado un amor agradable, y yo he estado con canallas que no me han aportado nada. No quiero a los hombres que he tenido hasta la fecha. Ni ellos ni yo hemos estado a la altura. Soy muy independiente", eran las palabras de ella.

Mila Ximénez y Manolo Santana, una historia sin final feliz

Contradictorio a esa frase, Mila Ximénez también había revelado que soñaba con dos cosas, casarse por iglesia y tener muchos hijos, algo que no pudo cumplir. Con Manolo Santana se casó por lo civil en 1983, tuvo a su única hija y se separaron cuando ella tenía 2 años, aunque confesó algo en sus últimos años de vida:

Aunque muchas veces me hayaís oído decir lo contrario, lo cierto es que me casé enamoradísima. Pero fue una relación muy complicada. No sé por qué me fui, pero me fui.

En alguna otra ocasión Mila Ximénez también había explicado que la relación con Manolo Santana la llevó a un mundo de excesos que terminó por no gustarle, y se fue para salvarse de alguna manera: "un mundo tóxico, amoral e inmoral, en una noria de fiestas y de excesos. Me di cuenta de que no me compensaba, no encajaba con esa gente, con aquellas mujeres que tienen muy claro que su forma de vivir depende de una gran casa, un marido importante y una sociedad que las cubra. Y a mí, eso, me aburre mucho".

Criar a Alba no le resultó fácil a la periodista, vivió con ella hasta los 6 años, cuando estaba atravesando por un momento muy delicado personal y económicamente así que prefirió que su hija viviera con Manolo Santana, con quien tendría un mejor futuro y mayores comodidades. Cuatro años después, la joven volvió con su madre, pero a los 12 regresó con el tenista puesto que él podía ofrecerle una mejor calidad de estudios: "No podía hacer otra cosa, mi hija necesitaba estudiar fuera, era muy caro, necesitaba llevar una vida tranquila y no tener ningún tipo de problemas, la aleje de cualquier cosa que pudiera hacerle daño".

Los reproches

Alba Santana y su padre no tuvieron tampoco la mejor relación, eso no ocurrió con Mila Ximénez, a pesar de haber vivido separadas algunos años siempre fueron muy unidas. Los reproches de parte de Mila llegaron luego de que Alba diera a luz a su primer hijo y Manolo Santana ni se acercara al hospital: "Santana, tú a mí me pareces un sinvergüenza. Es una opinión personal mía, no de tus hijos, que te siguen queriendo y esperando. Pero te voy a decir algo. No necesitan nada, para eso estoy yo aqui´. Pero la pregunta es: ¿qué te han hecho para que seas tan sinvergüenza con ellos?. No, no me voy a callar".