El libro de Pilar Eyre (71 años) “Un amor de Oriente” está inspirado en la vida de Isabel Preysler (72 años). Se trata de una biografía novelada y desautorizada que no le dio gracia a la socialité, ya que el personaje basado en ella le dio crédito a Julio Iglesias en su momento y, después de su relectura, a Mario Vargas Llosa (87 años), al destacar a la protagonista como una apasionada, libre, divertida y gran amante de los placeres.

La periodista cuenta la vida de una mujer llamada Muriel que transitó de la edad media a la moderna en tan solo 7 años, el mismo tiempo que estuvieron casados el famoso cantante y la reina de corazones. De hecho, la escritora señala que debajo de “su aparente frialdad, albergaba un volcán de pasión”. Esas palabras las habría pronunciado el cantante después de terminar su historia de amor con Isabel Preysler.

Una afirmación que en la actualidad destaca que el Nobel también tuvo que ajustarse a las exigencias de Isabel Preysler. En este sentido, según algunas fuentes, tuvo que tomar la pastillita azul para mantener relaciones íntimas a diario. Además, por su condición de escritor no dudó en reflejarla en su último cuento. 

De todos modos, la ex de Mario Vargas Llosa dejó en claro en su momento, una vez que salió el libro, que jamás lo había leído, ya que de acuerdo con lo que le habían contado, ella no se reflejaba en ese personaje y no entendía por qué la utilizaban a ella y a Julio Iglesias como parte de las estrategias de marketing y publicidad para la promoción del texto de Pilar Eyre. “Yo no he hablado con Pilar”, sentenció.

A Isabel Preysler no le hace gracia que escriban sobre ella

En aquel momento, no fue nada fácil para Pilar Eyre, dado que la misma protagonista negó la historia. Como le sucedió a Mario Vargas Llosa y su cuento “Los Vientos”, en el que Isabel Preysler también se vería reflejada en las páginas de ese texto y que tampoco le hizo gracia. 

Además, la escritora llegó a señalar que la relación entre Isabel Preysler y Julio Iglesias era "tóxica", al estar plagada de celos, infidelidades y momentos muy difíciles. Algo que hace un contraste tremendo con la imagen a la que estamos acostumbrados y más de personajes tan mediáticos. Este fue un trabajo arriesgado de Pilar Eyre porque mostró una serie de intimidades de Isabel Preysler y el cantante que no debían salir, por eso el cambio de nombres, para evitar inconvenientes.