La despedida más dolorosa de Madrid, adiós a Jaume Plensa

En la última emisión de "La matemática del espejo", el plató de Carlos del Amor (49 años) para RTVE, Jaume Plensa (67 años) ahondó en relación a una de sus obras más reconocidas en España: Julia, la escultura de la plaza Colón, que podría tener un nuevo destino a partir del mes de diciembre del corriente año. Algo que trajo consigo una gran controversia en la sociedad porque los ciudadanos no quieren "soltarla", es decir, nadie desea que la retiren de Madrid.

Según la programación de Televisión Española, el artífice de esta gigante estatua de 12 metros de altura es consciente de que los madrileños "han adoptado como suya" a la niña que creó en 2018 y que fue ubicada, de manera temporal, en el centro de dicho espacio público. En efecto, después de cinco años, los vecinos quieren que "se quede para siempre" en aquel lugar abierto. 

Nadie quiere dejar ir a Julia, la escultura de la plaza Colón de Jaume Plensa

Julia es una niña que tiene un gran mundo interior. Aunque ahora es una mujer que emana una ternura extraordinaria y una gran intensidad emocional.

Tras estas palabras, el artista plástico explicó al presentador de televisión que cuando recibió "el encargo" no lo vio precisamente con buenos ojos, sino como un "regalo envenenado". ¿La razón de esto último? El sitio donde iba a estar ubicada la cabeza de esta adolescente tenía problemas urbanísticos no resueltos y suponía "un compendio de desastres", por lo que fue todo un desafío para él transformar aquel espacio y colocar a Julia en un punto privilegiado. 

Está ahí calladita observando todo lo que sucede en la ciudad.

De esta manera, Jaume Plensa se sincera como nunca antes y reconoce al periodista murciano que fue un acierto el cambiar una de las caras principales de Madrid con la escultura de la plaza Colón, Julia, quien representa "serenidad, nostalgia y un punto de tristeza" cuando se va dejando atrás la infancia. En efecto, el catalán se une al especial pedido de los ciudadanos para con las autoridades que correspondan, debido a que es ahora cuando nadie se imagina a la cuidad de Madrid sin ella. "Es una pieza que se tendría que quedar para siempre ahí", sentenció el creador de las cabezas gigantes.

Nos ayuda a seguir el camino

Como dato no menor, el portal de RTVE dejó caer las opiniones de los transeúntes y estos expresaron qué significa para ellos ver a Julia en dicha plaza: "Muchos hemos adoptado a la niña Julia como parte de la ciudad. Solo con verla al pasar por la Plaza de Colón nos aleja, por unos instantes, del ruido y del tumulto de la ciudad", decía un madrileño. "Nos ayuda a seguir nuestro camino con una actitud más sosegada, acompañándola en sus sueños que quizá también sean los nuestros", acotaba otro.