Joana Sanz
Joana Sanz no tiene más remedio que confirmar lo que todos esperaban sobre Dani Alves
Ha sido brutalmente honesta.Dani Alves (40 años) tiene mucha responsabilidad en lo ocurrido antes de que terminara el 2022 y que derivó en su ingreso en prisión. Más allá de que aún falta delimitar su inocencia o no y que eso está pura y exclusivamente en manos de la justicia, no se puede negar que ha terminado por desilusionar a su esposa, Joana Sanz (30 años), quien además en ese momento se encontraba en duelo por la pérdida de su madre.
La etapa de investigación sobre el caso de Dani Alves ha concluido. Durante estos largos meses en los que él ha tenido que permanecer privado de libertad por orden de la jueza que lleva su caso, por un lado, entró en escena su exmujer, Dinora Santana, la madre de sus hijos, que lo ha estado apoyando y ayudando con todo el equipo legal. Todo esto justo después de que la propia Joana Sanz anunciara que se sentía desilusionada de su aún marido y que no creía continuar con la relación, aunque claro que estaría para lo que necesitara.

Desde que todo este escándalo del futbolista saliera a la luz, la modelo se ha visto gravemente afectada, la prensa no dejaba de perseguirla y presionarla, por mucho que ella no pudiera decir nada acerca del caso. Joana se ha concentrado firmemente en seguir con su vida y dedicarse solamente a sus compromisos profesionales. Todos sus movimientos levantan polémicas y lo último ha sucedido la semana pasada, puesto que el miércoles que pasó, Dani Alves tenía que presentarse en la justicia para brindar sus últimas declaraciones y conocer por boca de la jueza los delitos que se le imputan.
Joana Sanz no tiene más remedio que dejarlo todo claro sobre Dani Alves
Por supuesto que era un momento completamente delicado para Dani Alves, que no sabe qué será de él en el futuro. Mientras tanto, Joana Sanz disfrutaba de la boda de unos amigos muy cercanos, un acto en donde se la ha criticado bastante por no estar apoyando al que aún es su esposo, sobre todo también porque el lugar del enlace fue en Barcelona, ciudad donde su marido está recluido. Aunque ella ya ha dejado claro que no va a dar más importancia a los haters, igualmente no ha tenido más remedio que explicarse.
A través de una publicación en las redes sociales, Joana Sanz ha hecho su descargo, asegurando que no tiene por qué dar explicaciones de lo que hace, pero de todas formas es bueno aclarar que no todo lo que brilla en Instagram es oro: "Recuerden que cada quién publica lo que le apetece y cuando le apetece. No su 24/7 en tiempo real. No se puede juzgar a una persona que no conocéis por lo que veis a través de una pantalla", comenzó diciendo. "Soy una persona que le gusta compartir buena energía, tanto en lo personal como en redes. Cada uno convive con sus demonios, como para además tener que convivir con los tuyos".

La influencer también detalló todo lo que pasó durante su semana, demostrando que no pasó a ver a Dani Alves por motivos que solo le pertenecen a ella: "Esta semana he trabajado en Mallorca con un sol que raja las piedras y un equipo divino que no pierde la sonrisa ni trabajando 15h. Después me he escapado a Barcelona para estrenar mi coche e irme de bodorrio. Sudadita en el gimnasio cada día sea la hora que sea, porque es mi mejor medicina. Hamburgo 10 días para trabajar con mi equipo favorito, con mis temassssos de cultura carnavalera. Café, porque sin café no soy sociable. Mis libros y un par de lloraditas en soledad. Posiblemente el domingo me vaya de vinos con el equipo, a deleitarme de las palabrotas que han aprendido en español", concluyó de manera contundente.
No hay vuelta
Más allá de que pueda probarse la inocencia de Dani Alves, Joana Sanz ya ha dejado claro que no piensa volver con él, han sido una familia durante ocho años, pero esto que pasó marcará para siempre sus vidas y no hay manera de remontarlo.