Natalia Figueroa, la mujer que eligió Raphael hace 50 años y que nunca se separó de su lado

Desde que se confirmó la separación de Manuel Martos y Amelia Bono, la familia del cantante Raphael ha estado en el foco de todas las miradas. Si bien es cierto que el productor artístico no fue el único que se divorció dentro del clan, hay todavía quienes se sorprenden y sienten admiración por el amor entre sus padres. 

Desde que se casaron en 1972, Natalia Figueroa y el artista han sido para muchos un ejemplo de amor, respeto, complicidad y estabilidad emocional. En aquella época que decidieron pasar por el altar, el intérprete de "Como yo te amo" ya era considerado uno de los mejores intérpretes de España. 

Aunque la mujer de Raphael no tenía la misma popularidad que él, venía de una importante familia en el país: hija del marqués de Santo Floro y nieta del conde de Romanones. Pese a que ambos eran figuras conocidas para la prensa, querían celebrar su unión matrimonial con tranquilidad y, por eso, no le dijeron a nadie cuándo se casarían, ni siquiera a sus familiares.

Sin embargo, lo que no esperaban es que, al llegar a la iglesia, algunos medios ya estaban esperándolos allí. De todos modos, tanto el oriundo de Linares como su esposa no dudaron en mostrarse sonrientes ante las cámaras. Su historia comenzó a fines de los 60, cuando se conocieron en una entrega de premios en la que Encarna Sánchez hacía de presentadora. En ese entonces, Natalia ya había estudiado periodismo y llevaba publicados unos cuantos libros.

Actualmente, Raphael y su esposa son una de las parejas más consolidadas del panorama nacional, pues su historia de amor ha superado todo tipo de contratiempos y ha demostrado que es más fuerte que todo. Tal es así que, cuando Pablo Motos le consultó al cantante en una de sus últimas visitas a "El Hormiguero" "¿qué cualidades tiene que tener una pareja para durar tanto tiempo?", Raphael respondió: "Lo primero de todo, es quererse mucho. Lo segundo, es soportarse porque todos tenemos un humor diferente, y decirse los buenos días con mucho cariño, entonces el día comienza bien. Y si pasa algo entre medias, pues cuando llega la noche, se dan las buenas noches con mucho cariño. Entonces, así se lleva uno bien".

El niño de Linares tampoco dudó en definir a la madre de sus hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel, como "una forma de vida". De hecho, no hace mucho confesó que ella fue un pilar fundamental en el peor momento de la pandemia, ya que el encierro no se le hizo tan pesado gracias a que es "una gran conversadora". "Estábamos todo el día hablando y comentando lo que estaba pasando", señaló.