Es difícil olvidar

La pesada cruz con la que debe cargar Bertín Osborne por el resto de sus días

El presentador no tuvo la vida que todos pueden llegar a pensar.
miércoles, 6 de octubre de 2021 · 02:15

Bertín Osborne nació en una de las familias aristócratas más reconocidas de España. Hijo mayor de Enrique Ortiz López Valdemoro, VIII Conde de Donadío de Casasola y VII Conde de las Navas, con María Teresa Osborne y Marenco, nieta del II Conde de Osborne. Su instrucción la realizó en los Jesuitas de Chamartín, en el internado de Málaga San José de Campillos y en el colegio Alfonso XII de San Lorenzo, con la mayoría de edad se decantó por estudiar ingeniería, carrera que abandonó al poco tiempo.

Bertín Osborne sabía cuál era su verdadera vocación, por lo tanto, sin pensarlo demasiado abandonó la casa familiar y se marchó a cumplir sus sueños. En la década del 70 comenzó su gloria, pero también algunas de sus desgracias. El artista empezó a cantar en discotecas y diversos lugares de Madrid mientras trabajaba como agente inmobiliario y de seguros.

Lo cierto es que no cantaba por necesidad, ya que al exmarido de Fabiola Martínez le iba bastante bien en sus diversos oficios. Gracias a su tenacidad fue que llegó en 1971 al Festival de la Canción de El Escorial y para 1980 ya tenía su primer contrato musical, tanto es así que en 1981 se lanzó públicamente su primer disco que fue todo un suceso.

Bertín Osborne había logrado cumplir aquello que se prometió desde pequeño: ser un gran artista. Mientras que la vida le sonreía por un lado, lo golpeaba por otro. En junio de 1977 se casó con su primer gran amor, Sandra Domecq, en el mismo año la madre de Alejandra, Eugenia y Claudia dio a luz al primogénito de la familia, Cristian, quien de acuerdo a las confesiones del presentador a María Teresa Campos en "Mi casa es la tuya" falleció al mes de nacer "en sus brazos".

El músico desveló que la gran pérdida los unió un poco más con su esposa, en 1978 llegó Alejandra Osborne y la situación aparentaba mejorar, pero es una herida que jamás logró sanar, menos aún con lo que le sucedió a Eugenia Osborne, pues al igual que sus padres perdió a una de sus hijas gemelas, Leticia, fruto del amor con su exmarido Juan Melgarejo.

Fue terrible entrar en la UCI y ver a mi hija con su niña en brazos, que ya había muerto, acariciándole la cara. Tuve que salir de allí porque me moría.

Mientras que Bertín Osborne luchaba para recuperarse de estas adversidades que empañaron su vida, también tenía que enfrentar los obstáculos económicos, pues fue condenado por fraude fiscal en el año 2003, al respecto él aseguró que "sus finanzas estaban en manos de un asesor". Tiempo después nacieron sus dos últimos hijos que significaron un bálsamo de amor y paz.

Aunque la llegada del penúltimo significó un momento de incertidumbre y desolación en el cual Bertín Osborne y Fabiola Martínez tuvieron que cargarse de fuerzas y esperanza. Transcurría el sexto mes de embarazo de la venezolana y detectaron que presentaba una anomalía: "A nosotros nos dijeron que el niño iba a ser ciego, y el niño ve; que no se iba a mover, y se mueve. Lo que demuestra que hay que creer y tener fe. 

Actualmente, los padres del pequeño están al frente de la Fundación Bertín Osborne, dedicada a brindar "formación, información y orientación a familias de niños y niñas con discapacidad", sin duda, supieron sacar lo positivo de tantas desventuras algo que para muchas personas suele ser un tanto difícil.