Nadie se apiada de él

Así es el desdichado presente del hombre que llevó a la cima de la fama a Joaquín Sabina

Mientras el músico recibe premios y honores, sus amigos del pasado no logran llegar a fin de mes.
martes, 23 de noviembre de 2021 · 09:45

La semana pasada Joaquín Sabina vivió uno de los momentos, probablemente, más memorables y destacados de toda su trayectoria profesional de más de 50 años: el oriundo de Jaén recibió en Las Vegas, Estados Unidos, el Premio a la Excelencia Musical de los Latin Grammy 2021 otorgado en reconocimiento por su gran carrera en la industria musical. Sin duda, que el hecho de ser homenajeado de tal manera por la Academia Latina de la Grabación es un sueño que cualquier artista de habla hispana anhela cumplir.

¿Cómo llegó Joaquín Sabina a ser reconocido popularmente? la respuesta es simple, logró sus éxitos gracias a su exrepresentante Paco Lucena. Aunque, cierto es que no se puede desmerecer el gran talento innato que posee el poeta, sin embargo, sin alguien quien se dedique a gestionar una carrera es muy difícil llegar a la cima de la fama o a ser reconocido internacionalmente.

El intérprete de "Quién me ha robado el mes de abril" y Paco se conocieron en una cantina, precisamente en "bares rojos" en el año 1978, allí se dieron cuenta de que tenían idénticos objetivos e ideales. De hecho, escuchaban a los mismos músicos y leían a los mismos autores. El nacido en Tánger pertenecía a las Juventudes Comunistas y se encargaba de la seguridad privada de Dolores Ibárruri mientras que el cantante recién llegaba de su exilio por casi diez años en Londres.

Joaquín Sabina estaba preparando su primer disco, "Inventario", mientras que su amigo brindada clases de francés en determinadas instituciones, pues tenía una gran facilidad con el idioma y vio una oportunidad laboral. Su capacidad lo llevó a obtener trabajos en Costa de Marfil y Guinea Conakry, en 1980 regresa a Madrid y decide crear su propia firma de representación de artistas, ya que el cantante de Úbeda le solicitaba con gran insistencia que maneje su carrera.

Finalmente, Lucena se convirtió en un prestigioso representante y es que tenía una peculiaridad que cautivaba por completo a los artistas: no era un simple mánager, sino que también era un fiel compañero y amigo. Así fue creciendo e impulsó a intérpretes tales como: Barón Rojo, Labordeta, La Orquesta de Mondragón, Javier Ruibal, Manolo Tena, Aute y hasta a la mismísima Malú. No obstante, ninguno de aquellos que fueron sus cofrades se apiadó de él cuando quedó en bancarrota.

Según lo pudieron comprobar los reporteros del diario El País, Lucena vive con una pensión de 680 euros al mes, lleva años sin salir de su hogar y en el 2020 sufrió un fuerte bache en su salud por falta de una alimentación adecuada y por no poder contar con el dinero necesario para tratar sus padecimientos con medicamentos: "Mira, esto es todo. El poderoso mánager Paco Lucena no tiene ni tres euros", manifestaba a los periodistas interesados por conocer sus vivencias.

El motivo de su intempestiva caída

Su declive profesional comenzó cuando Joaquín Sabina se encontraba realizando la gira musical "19 días y 500 noches", en el año 2000. El que fuera el gran empresario recibió una llamada que lo dejó atónito, era Jimena Coronado: "Me pasa a Joaquín, que me dice: ‘Paco, después de lo que te voy a decir te cuelgo el teléfono: Estás despedido'. Realmente a mí quien me echa es Isabel Oliart, que aunque no mantenga una relación sentimental con Joaquín se ocupa de llevar su administración. Yo le sobraba porque quería llevarlo todo ella".

Con profunda tristeza y decepción relataba el que cenaba con Gabriel García Márquez, compartía largas veladas con presidentes de diferentes regiones y llevó las carreras de más de 60 artistas: "Cuando me dejó Joaquín Sabina yo estaba lleno de deudas. Perdí 80 millones de pesetas en una compañía de discos que monté debía dinero de la gira que suspendimos con Páez, tuve que despedir a ocho personas de mi oficina. Sí, he tenido dinero, he ganado millones de pesetas al mes, pero siempre lo invertía en música y estaba entrampado. Nunca dispuse de grandes cantidades. La verdad es que no supe invertir bien lo que gané".