La pasión que llevó al límite a Camilo Sesto por culpa de la mujer que más amó en su vida

Camilo Sesto nos deleitó a todos con su buena música y sus grandes éxitos. Arraigado y muy comprometido con su tierra, en septiembre se cumplirán dos años de su partida a causa de un fallo renal y todos sus fanáticos aún lo recuerdan con cariño.

España fue el refugio y el gran amor de Camilo Sesto, de eso no quedan dudas. No por nada fue galardonado en 2011 con la medalla de "Máximo Orgullo Hispano", tratándose de una de las voces insignia de nuestro país en lo que se refiere a baladas románticas.

No es casualidad que el cantautor español haya sido tan reconocido en nuestro país y que jamás se haya olvidado de sus raíces, una persona que ama tanto a su tierra es porque también defiende y adora a sus orígenes. Esto tenía mucho que ver con Doña Joaquina, su madre.

La música llevó a Camilo Sesto a recorrer varias ciudades y otros países del mundo. Siempre recordó que fue su madre quien le enseñó que, cuando se está lejos del hogar, la patria siempre será la comida y por eso el artista prefería los platillos típicos estuviera donde estuviera, aunque nunca imaginó que esto fuera traerle más de un problema.

Fue tanto el arraigo que tenía Camilo Sesto con España que, en los lugares en donde no conseguía comida española, él mismo se ponía a cocinar. Alguna vez hasta llegó a tener problemas en un hotel porque la habitación que ocupaba se había llenado del olor de sus guisos y preparaciones.

Camilo Sesto le debía toda su personalidad a su madre. Fue por eso que se emocionaba tanto al cantarle en varias oportunidades. Sería imposible negar que las mamás son las que más renuncian a cosas por el bienestar de sus hijos, el caso de Doña Joaquina no sería la excepción y, por eso, el cantante le debía tanta gratitud.