El gran ejemplo que Manuel Martos tomó de su padre Raphael para encarar su separación

Semanas atrás, la prensa del corazón sorprendía a todos al anunciar la separación de una de las parejas más consolidadas del mundo del espectáculo, la del hijo del cantante Raphael, Manuel Martos y Amelia Bono. Una noticia que se confirmaba en las publicaciones que ambos hacían en sus redes sociales a los pocos días, pues siempre se mostraban juntos y muy felices.

Además, los protagonistas se encargaron de revelarlo en la web con un mensaje que dejaba en claro que, a pesar de haber tomado esta drástica decisión, su relación no cambiaría fundamentalmente por el bienestar de sus hijos. “Tras casi 15 años, Manuel y yo hemos tomado la difícil decisión de separarnos como pareja, pero seguiremos juntos y unidos toda la vida por nuestros 4 tesoros”, escribió Amelia.

Estas declaraciones de Bono se cumplían a los pocos días de su posteo, cuando los medios revelaron que el hijo de Raphael seguía viviendo bajo el mismo techo que su expareja, lo que demuestra que el cariño entre ellos, a pesar de todo, sigue intacto y evidencia que llevarán adelante su divorcio de manera tranquila.

Lo cierto es que la separación, por más traumática que pueda llegar a ser, no toma a la familia del cantante ni al clan Bono de primeras. De hecho, cuando le consultaron a Amelia acerca del tema, confesó que ambos habían tomado la decisión hace tiempo. Probablemente fue algo que los dos conversaron con sus seres queridos, quienes les aconsejaron que si ya no sentían lo mismo, aunque fuera doloroso, era lo mejor que podían hacer.

Tanto el hijo de Raphael como Amelia han sido testigos de otras rupturas dentro de sus familias. Ana Bono, se separó de Gabriel Funes antes de que naciera su primer hija en común. El otro hermano de Amelia, el jinete José Bono Jr., recientemente terminó su relación con Aitor Gómez. Mientras que del lado de Manuel, su hermano Jacobo se separó de Toni Acosta en 2015 y Alejandra puso fin a su historia de amor con Álvaro de Arenzana en 2020.

Pero la persona que podría haber sido la sabia consejera para Amelia al momento de tomar la decisión es Ana, su madre. En 2015, la matriarca del clan publicó un libro titulado: "El club de las perfectas divorciadas", donde habla del divorcio como una puerta que se abre para poder disfrutar de una segunda juventud. En esta obra, Ana asegura: "Divorciarse no es fracasar, no significa que la vida se acabe, no es el final, pero tampoco es un viaje maravilloso. El divorcio es un camino terrible en el que todos salen perdiendo de una forma u otra. Pero siempre lleva un orden y cumple una serie de pautas, prácticamente idénticas en todos los casos y no me refiero a las judiciales, sino a aquellas relacionadas con los comportamientos que mujeres y hombres desarrollan antes, durante y después del proceso. Conocer estas pautas que se repiten miméticamente nos dará la ventaja de ir a la contienda con cierta preparación y mayor tranquilidad".