La única persona que cuidó y no abandonó a Rocío Jurado en el momento más difícil de su vida

Rocío Jurado ha tenido una exitosa carrera que ha formado no sólo a base del talento natural que ya tenía, sino con demasiado esfuerzo, sacrificio y estudio que la han convertido en la artista talentosa que fue reconocida incluso en el ámbito internacional.

A esta altura todos tendremos en claro que la luz de los ojos de Rocío Jurado fue siempre su hija mayor, Rocío Carrasco, por ella construyó toda su carrera y seguramente si hoy estuviera con vida no se sentiría nada feliz de todo el revuelo mediático que se ha formado en torno a su primogénita.

Incluso el último pedido de la más grande hacia todos sus seres queridos antes de morir fue que cuidaran de Rocío Carrasco y no la dejaran sola, algo que en la actualidad está muy lejos de ocurrir. En los años de juventud de la cantante, debió renunciar a muchos momentos con su hija debido a sus compromisos.

La carrera artística implica demasiado compromiso y, por eso mismo, en demasiadas oportunidades Rocío Jurado se sintió exhausta y con muchas ganas de tirar la toalla, sobre todo porque el trabajo le quitaba momentos únicos junto a su hija. En todas estas situaciones hubo una persona que la apoyó y la ayudó en todo momento, ese fue sin dudas Pedro Carrasco, su primer marido y padre de Rocío.

Tengo en él a un colaborador más que un antagonista. A él le gusta estar en esa semipenumbra porque él nunca ha dejado de ser Pedro Carrasco, campeón mundial de los pesos ligeros. Yo soy la señora de Carrasco, independientemente de que sea Rocío Jurado

Rocío Jurado siempre resaltaba que sabía muy bien que no era nada fácil ser el acompañante de una artista, pero en ese caso Pedro Carrasco lo llevaba muy bien, puesto que él ya había conocido la fama antes de salir con ella y hoy disfrutaba mucho de mantenerse en las sombras y al margen del punto mediático.

Muchos consideran que fue él el amor en la vida de Rocío Jurado y que, a pesar de tomar caminos separados y posteriormente haberse casado con José Ortega Cano, él fue siempre el hombre que más marcó su vida, sobre todo porque fue no sólo una pareja, sino su mano derecha y apoyo en los momentos más difíciles.