La misteriosa vida que eligió Paula Vázquez al dar un paso al costado de las polémicas

¿Quién no recuerda a Paula Vázquez?, si es uno de los nombres que nos sirven para trazar un paralelismo entre los viejos y nuevos tiempos. Supo estar hasta en la coronilla de todos los programas de televisión, pero hoy su vida es todo aquello que se aleja de su pasado.

En su Instagram oficial, su descripción dice lo siguiente: “Amazon Prime: Presentadora de CELEBRITY BAKE OFF Netflix: Ultimate Beastmaster. MovistarPlus: El Puente, Fama a bailar”. Ok, vemos que tiene muchos proyectos en proceso, pero ¿a qué se dedica hoy específicamente más allá estos brillantes puestos y títulos?

Paula Vázquez supo ser un objeto de cosificación durante gran parte del tiempo en la televisión de los 90. Puede que hoy no lo reconozca del todo, pero su imagen era lucrativa en cuanto a sus atributos femeninos exuberantes. Ella era y es una mujer muy atractiva, moneda con la comercializó y también se dejó comercializar por terceros.

Comenzó como modelo, pero quería ser algo más. Fue entonces cuando la ficharon como azafata para un programa de televisión. Su altura e indiscutible belleza la llevaron a resaltar y fue así que con la camada de la privatización en la televisión ingresó como presentadora.

Participó en innumerables proyectos, pero al día de hoy, prefiere olvidarlos. Vive de renta y de sus inversiones, aquellas hechas con el dinero retribuido por su trabajo. No acepta más cualquier propuesta y solo pone ojo a aquellas que realmente la satisfagan económica y personalmente.

Hoy Paula Vázquez es la presentadora de los programas que mencionó. Su vuelta a la televisión la tiene muy entusiasmada y si no, echadle un vistazo a su biografía de Instagram. Un back up repleto de sus producciones y actividades preferidas narran en primera persona una nueva versión de la mujer más seductora de los 90.

Con buen humor y simpatía, dos atributos que la acompañaron siempre, exhibe fascinada sus nuevos proyectos. Hoy es una mujer respetable, aunque, como dijimos al principio, supo marcar un límite entre la cosificación de la mujer y su verdadero talento. En la actualidad no se podría hacer los mismos juegos y bromas sobre su cuerpo como en el tiempo pasado, en buena hora, ya que claro está que ha demostrado ser algo mucho más significativo que un rostro bonito.