Elena Tablada y Javier Hungría se han separado definitivamente aunque, según algunos allegados de su entorno, afirman que ella guardaba algunas esperanzas de que fuera posible una reconciliación. Así, ambos confiaban en que el tiempo y la distancia los harían replantearse algunas cosas, pero, al final no fue así.

Esta crisis podría haberles hecho replantearse para dónde iba su matrimonio. Asimismo, unas imágenes de Javier Hungría junto a otra mujer paseando por Madrid hicieron que todas las ilusiones de una vuelta se desmoronaran para Elena Tablada, quien se dio cuenta de que lo suyo ya no tenía retorno.

Por las palabras de la diseñadora, se puede entender que ya abrió los ojos y que la historia de amor que tuvo con quien fuera su marido es una cosa del pasado, tiene mucho qué aprender y rescatar de todo esto, pero en este momento solo quiere pensar en ella y en su propio bienestar.

Hora de dar vuelta la página

Todo es un aprendizaje, simplemente esto no era para mí, necesito un tiempo para mí misma.

Elena Tablada actualmente está en Miami y quiere concentrarse en sanar su corazón, ha recurrido a una filosofía japonesa llamada Kensugi, en donde se evidencian las cicatrices y se entiende que son parte de la vida y la propia historia, por lo que no se debe renegar de ello. "Nada de este proceso está siendo fácil. Estoy trabajando mucho en mí para poder darle lo mejor a mis hijas".

Necesito volver a encontrarme a mí misma. Me perdí en algún momento del camino. 

La empresaria le dedicó algunas palabras al programa "Y ahora Sonsoles" y explicó que vive con dolor su ruptura pero que se siente mucho mejor. Por el momento, lo más importante de su vida son sus hijas y necesita estar bien y fuerte para que ellas aprendan de todo esto.

Una buena enseñanza

Gracias a esta filosofía japonesa, Elena Tablada está aprendiendo a querer sus cicatrices y a no renegar del dolor. En el 2018 contrajo matrimonio con Javier Hungría y ahora todo se fue de las manos.