Desplazado
Victoria Federica se desmarca de Jaime de Marichalar para acercarse al legado de la Infanta Elena
La hija del Rey Juan Carlos podría estar muy orgullosa de esta decisión.
En la antesala de diciembre, último mes del año, es hora de hacer un balance de los personajes del año. No podemos omitir el hecho de que Victoria Federica, la hija de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, haya irrumpido la escena para demostrar la madera de la que está hecha para el modelaje del más alto nivel.
La imagen de Victoria Federica entrando a la Semana de la Moda en Paris junto a su padre, Jaime de Marichalar, fue solo el comienzo de una nueva faceta, completamente desconocida, que ocasionaría controversia en la realeza. La Infanta Elena no quería que su hija se expusiera tanto, norma que le llegó bastante tarde a su expareja.
De todos modos, Vic, como se hace llamar por sus amigos, pausó un poco el acercamiento al mundo de su padre y mostró frente a todos un costado que se parecería más a los gustos de su madre. Como un gesto vale más que mil palabras, la influencer quiso demostrar que, por su sangre, así como corre sangre de supermodelo, también lo hace su costado Borbón.
El lado más Borbón de Victoria Federica
Victoria Federica se dejó ver en la Fundación Ronald McDonald, una entidad benéfica que busca proteger a familias y niños que permanecen lejos de sus hogares y que, por alguna razón, deben contar con asistencia médica. La aristócrata posó encantada junto a niños y familias de la Fundación sin perder una gota de elegancia.
Sin dudas, este costado solidario lo heredó de su familia materna, pues la Infanta Elena y toda la dinastía trabaja básicamente de eso. Distinto es el caso de Jaime de Marichalar que nunca jamás se ha dejado ver en un evento de tales características. Solo desfiles y pasarelas cargadas de ostentosidad atraen al millonario empresario.
El orgullo de la Infanta Elena
Los ex Duques de Lugo se llevan peor de lo que imaginábamos y parte de esa riña estaba fundada en la orientación de vida de Victoria Federica. Su madre no estaría tan de acuerdo con las pretensiones de su padre, aunque ahora seguramente a Doña Elena se le debe caer la baba de ver a su retoña ejercer su lado solidario.
