Puede que ya no hablemos tanto de ella, pero el nombre “Carmen Bazán” siempre nos será familiar. No solo es la madre de uno de los clanes más famosos de la crónica rosa, quieran o no los protagonistas del mismo, sino que además en los últimos años su ausencia en los medios de comunicación marcó una gran tendencia. La viuda de Humberto Janeiro y madre de Jesulín de Ubrique es hoy otra persona.

Tiene 76 años, con lo cual inferimos que es lógico que quiera permanecer en un perfil más oculto disfrutando de las mieles de una vida en completo anonimato. Pero nadie puede olvidar quien fue, sus declaraciones y el importantísimo rol que ocupó en la crianza de sus hijos, sus carreras y hoy como flamante abuela.

Se cumplen dos años del fallecimiento de Humberto Janeiro, el patriarca del Clan de Ambiciones. Si bien Carmen Bazán estaba separada del empresario cuando ocurrió el deceso, la prensa rosa siempre se encargó de reciclar sobre ella,  las historias, la tertulia y su importante rol en la familia.

Sin embargo, el hecho de que no veamos a la madre del diestro aparecer en televisión no quiere decir que ejerza un rol pasivo. Quien más se encarga de levantar la imagen de Carmen Bazán es Beatriz Trapote, la cuñada de Jesulín de Ubrique, esposa de Víctor Janeiro. Ella recopila en sus redes sociales el cómodo rol que ejerce Carmen Bazán como flamante abuela.

Las pérdidas más importantes de los últimos años en la vida de Carmen Bazán

Haber perdido a quien fue su marido, Humberto Janeiro, sí significó un gran varapalo. Lo confirmaron personas de su entorno, ella estaba “muy afectada” pese a no haber asistido al entierro de su exmarido y haber enviado solamente una corona de flores como acto de presencia.

Ojalá fuese eso solo en la vida de la madre de Jesulín de Ubrique.  El año pasado ingresaba al quirófano por una quebradura de cadera. Si bien el asunto no pasó a mayores, el post operatorio fue muy complicado. El diestro y todo el clan de Humberto Janeiro estuvieron allí para asistirla y tomarle la mano, así como también lo hicieron cuando perdió su casa en la exclusiva urbanización de El Bosque, Cádiz por falta de pago. Duros episodios en su vida que solo se alivian con la presencia de sus adorados nietos.