Paloma Barrientos es la analista de la familia Borbón y ningún detalle le pasa desapercibido. La bloguera de Vanitatis ha confirmado un dato que podría cambiar para siempre la mirada que tenemos de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

Una opinión sensata

Si hay alguien que ha cuestionado cómo se lleva a cabo el tratamiento que se quiere transmitir de la imagen de la heredera del trono, esa es Paloma Barrientos. Pilar Eyre también lo advierte, hay un hermetismo alrededor de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía que las distancia, las aleja, las vuelve casi unas desconocidas ante la sociedad.

No solo es el comportamiento que tienen las hijas del Rey Felipe. Calando en el talón de Aquiles de la realeza, como lo es la vestimenta y la imagen personal, hasta en eso hay diferencia. Ambas lucen como personas mucho más adultas, captando el agrado de personas que no serán gobernadas por ellas.

Pero lo que Paloma Barrientos reconoce es el grave error que la Familia Real ha cometido al no llevar a la Infanta Sofía y a la Princesa Leonor al funeral de Constantino de Grecia. La excusa fueron los estudios, pero sus primos Urdangarin demostraron que no hay suficiente motivo para estar ausente de un evento como ese.

El caso de Froilán y Victoria Federica es diferente, pues ambos tienen tiempo libre. Juan, Pablo, Miguel e Irene estudian, trabajan, cumplen horarios y aun así han acompañado a su abuela, algo que dejó muy mal vista a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía por debajo de sus padres, pues sabemos que son ellos quienes toman la última palabra.

Una estrategia mal pensada

Este distanciamiento familiar no hace más que reafirmar ese cordón blindado que existe entre Leonor de Borbón, la futura Reina de los Españoles, y la sociedad. A diferencia de Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca y otras casas reales, la nueva generación de royal tiene más interacción con los ciudadanos. Aquí pasa lo contrario y eso, tarde o temprano, pasará factura a las niñas.