No han sido unas buenas fiestas de Fin de Año para la familia de Isabel Pantoja. El pasado 25 de noviembre falleció Bernardo, hermano de la cantante y padre de Anabel Pantoja. Todo hacía suponer que, ante semejante tragedia, los parientes volverían a unirse.

Lamentablemente, todo quedó en plano de los ideales, pues ni un hecho así impulsó a que Isabel Pantoja acercara posturas con sus hijos, Kiko e Isa. Quien sí puso mucho de su parte fue Anabel Pantoja, al pronunciarse fuerte y claro respecto a una supuesta discordia con su otro tío, Agustín.

Ni una sola “noche de paz”

Los medios de comunicación han especulado con la idea de que Agustín Pantoja sería la persona encargada de que Kiko Rivera e Isa Pantoja no pisaran Cantora en las fiestas. Supuestamente, fue el excantante quien puso un ultimátum a la tonadillera, obligándola a elegir entre él y sus retoños.

Lo dudo, eso es mentira.

Pronunció Anabel Pantoja a las cámaras de Europa Press, cuando se retiraba del aeropuerto de Madrid después de haber vivido unos días junto a su prima Isa. De esta forma, la sobrina de Isabel Pantoja se desmarca de todo rumor, alejando a su tío Agustín del típico lado de verdugo con el que tanto insisten los programas de cotilleo.

Beneficio de la duda

De todos modos, es raro que Isabel Pantoja no haya querido acercarse a su hijo cuando este sufrió un temeroso ictus. Tampoco Kiko Rivera fue al encuentro de su madre cuando falleció su hermano, lo cual da a pensar que las cosas siguen estando mal entre ellos.

Pese a lo que dijo Anabel Pantoja, hace años que la cantante no se lleva bien con ninguno de sus parientes y eso es algo que nadie puede negar. Está a la vista que ni en las peores situaciones se tienen en cuenta o se llaman, al menos por ahora.