“Lo único que yo pretendo es que él esté feliz conmigo, porque para mí él es, ha sido y será lo más grande de esta tierra”, decía Manuel Díaz ‘El Cordobés’ (54 años) durante la entrevista en la que anunció la reconciliación con su padre, Manuel Benítez ‘El Cordobés’ (86 años). Con esta etapa cerrada, los rencores quedaron atrás, pero eso no fue lo que más sorprendió.

Si bien el último anuncio de Manuel Díaz ‘El Cordobés’ llamó la atención de toda la prensa, los medios pusieron el ojo en una de sus frases más polémicas. El torero hizo foco en la felicitación que recibió de parte de Julio Iglesias (79 años), cantante y amigo de la familia que atraviesa una situación similar con Javier Santos (46 años), su hijo no reconocido.

Un punto de inflexión

“Julio Iglesias me ha mandado un mensaje diciéndome que se alegra muchísimo”, reconoció el torero luego de comunicar su reconciliación con Manuel Benítez ‘El Cordobés’. Esta frase parece no tener mucho sentido, pero si se analiza en profundidad podría cambiarlo todo entre el cantante y Javier Santos, su hijo ilegítimo.

Al respecto, fue ‘Fresh’, el programa de Telecinco, el que destapó lo que podría venir. Javier Santos lleva años luchando contra la justicia para obtener el reconocimiento de Julio Iglesias como progenitor. Las pruebas de ADN ya lo han constatado, ahora solo resta que el plano legal le dé la razón.

Desde el programa televisivo, los colaboradores instaron a que Fernando Osuna, abogado de ‘El Cordobés’ y de Javier Santos, el hijo ilegítimo, revele su punto de vista sobre este mensaje indirecto que acaba de pronunciar Julio Iglesias. “A mí me parece fenomenal y a ver si Julio Iglesias toma ejemplo de esta actitud tan maravillosa que han mostrado. Ojalá le sirva para pensar en lo que está haciendo con Javier Santos”, lanzó. Las consecuencias podrían brotar muy pronto.

¿Quién es?

Javier Santos es hijo de María Edith, la mujer con la que Julio Iglesias habría tenido un affaire en 1975. El caso lleva años en los juzgados, pero el cantante no ha reconocido su paternidad a pesar de que las pruebas de ADN lo hayan confirmado.