Ana Boyer (33 años) no vive en España, pero eso no la hace estar al margen de ciertas novedades. Por ejemplo, está muy al pendiente de los preparativos de la boda de Tamara (41 años) y de la ruptura de su madre. Otro tema que la toca muy de cerca es el fallecimiento de Laura, su hermana por parte de padre y con quien nunca tuvo buena relación. Hoy todas las miradas están puestas en ese vínculo.

Laura ha fallecido en las últimas horas. Su círculo de allegados informó que estaba en su casa y la noticia no sorprendió demasiado ya que hace un buen tiempo venía padeciendo un cáncer que le hacía complicada la vida. La información fue confirmada por su hijo mayor y enseguida llegó a oídos de la esposa de Fernando Verdasco, quien no planificó ningún traslado para despedirse de ella.

Siempre ha llamado la atención que Isabel Preysler consiguiera un vínculo tan bueno entre sus hijos. Sin embargo, parece que ese no es un objetivo que fijó hacia los hijos de Miguel Boyer ya que el vínculo entre la modelo y los otros hijos de su padre nunca existió. Ahora que Laura no está, todo el mundo se pregunta por qué y la respuesta  está al alcance de cualquiera.

Ana Boyer y Laura, destinadas a los desencuentros

Aparentemente el punto de conflicto entre Ana Boyer y Laura ha sido Isabel Preysler. La economista hace algunos años le concedió una entrevista a la revista Lecturas en la que explicaba por qué no asistió a la boda de su hermana. La razón era sencilla: ni ella ni nadie de ese lado de la familia fue invitado y la realidad es que no estaba muy sorprendida. Hoy, por ejemplo, nadie en la familia debe estar escandalizado por la ausencia de Ana en el tanatorio.

En aquella oportunidad Laura remarcó que Isabel Preysler se encargó siempre de que su hermana no sintiera ningún tipo de aprecio por ella o por Miguel Jr. Estas declaraciones se recrudecieron luego, cuando Miguel Boyer falleció y entonces comenzaron los dilemas por la repartición de la herencia. Los hijos del político aseguraban que “la reina de corazones” les había negado los objetos de valor sentimental y que incluso no había administrado bien el dinero de los tratamientos. Con todo esto, resulta lógica la falta de interés de Ana.

Tras bambalinas, pero no tanto

Ana Boyer no es tan mediática como Tamara Falcó, pero de vez en cuando sorprende trabajando como modelo publicitaria. Está abocada a su familia y a acompañar a su marido, razón por la que ahora vive en Qatar.