Iñaki Urdangarín (55 años), cada vez más, se desliga de la corona y va por la vida sin tanto protocolo. Después de pasar unos días en Mallorca, la ciudad que lo vio caer en desgracia, con su novia Ainhoa Armentia (44 años) a puros lujos y disfrutando de lugares a los que solo gente con mucho poder puede acceder, como un hotel cercano al palacio de Marivent, donde la familia real veranea hace muchos años, y comer en restaurantes carísimos, sin importarles ser vistos, aún cuando no se ha finiquitado el divorcio con la Infanta Cristina. 

Y es que el ex Duque de Palma no tiene límites. Tensa la cuerda porque no quiere renunciar a sus privilegios. Es por ello que le da igual que los Borbones sepan de sus andanzas en lugares donde acostumbra descansar la familia real. Desde que salió de prisión parece haberle jurado la guerra a la monarquía, debido a la gran decepción que padeció. Ninguno de ellos le tendió la mano en el peor momento de su vida y ahora solo quiere venganza. 

Iñaki Urdangarin se muestra muy cómplice junto a su madre

Pero no solo la familia real le ha enviado un mensaje, en la isla mallorquina piensan retirar el nombre a la avenida que bautizaron en honor a el basquetbolista y su exmujer. Aun así, Iñaki Urdangarin no le teme a nada y piensa disfrutar de los años que le quedan con Ainhoa Armentia a su lado, y una vez que se termine el proceso de divorcio, sacar lo máximo a la partida.

Alguien que no dudó de Iñaki Urdangarin y de su inocencia fue su madre. Ella se mantuvo a su lado y todavía lo acompaña a dondequiera que va. Ahora, reaparecieron en la salida de la Itzulia para hablar con el gerente del equipo del conjunto de Movistar. El ex Duque de Palma entró al parking de Mendizabala con su madre, Claire Liebaert Courtain, y miraban cada uno de los equipos antes de que arrancaran la largada los ciclistas. Un hecho que acaparó la atención de los presentes. 

La única mujer que siempre confió en Iñaki Urdangarin

Para nadie es un secreto que la madre de Iñaki Urdangarin es una señora conservadora que aún no acepta que su hijo haya tenido un affaire con su abogada. Ella era muy apegada a la infanta Cristina y no quiere nada con Ainhoa, ni siquiera conocerla. No desea estar al lado de la persona que alejó a su hijo de la familia real.