Iñaki Urdangarin empuja a Ainhoa Armentia a la mayor vergüenza

Iñaki Urdangarin (55 años) cobró venganza de la manera más humillante al mostrarse al mundo con un nuevo romance. Las fotos del ex duque de Palma y su novia, Ainhoa Armentia (43 años), recorrieron el mundo y fue un duro golpe que le asestó a la infanta Cristina y a todos los miembros de la Casa Real, pues se trataba de una nueva polémica que tendría que soportar la Corona, ya que la noticia acaparó los principales titulares.

Este fue el inicio de una dulce venganza del ex jugador de balonmano, quien no estaba dispuesto a vivir bajo el sentir de todas las personas que no intervinieron para que no fuera a la cárcel. Así fue que un paseo por la playa de Biarritz tomado de la mano de Ainhoa Armentia puso de cabeza nuevamente a la institución. Fue un aviso inesperado para mostrarles lo que estaba dispuesto a hacer y más para conseguir el divorcio, después de que su imagen se viera terriblemente afectada.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia son el centro de críticas

Hoy, el ex duque de Palma y su novia, Ainhoa Armentia, disfrutan del amor y cumplieron un año juntos. Ella ya se separó de su marido e Iñaki Urdangarin espera concluir su matrimonio con un buen contrato, ya que está muy dolido tras las decisiones de la Casa Real, que no lo incluyeron en ningún momento una vez que explotó el Caso Nóos.

Según las fuentes, las negociaciones estarían pausadas, ya que la cuestión económica pesa mucho sobre el divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. La hermana de Rey Felipe no está dispuesta a pagar para que su marido lleve una vida de privilegios cuando ya no pertenece a la Corona. Sin embargo, el ex duque de Palma no piensa marcharse sin antes lograr un buen acuerdo de divorcio, que incluiría una pensión mensual, una indemnización de 2 millones de euros, propiedades a su nombre y por supuesto que le mantengan sus escoltas.

Y es que de no ser así tanto Iñaki Urdangarin como Ainhoa Armentia se sentirían desprotegidos, pues su relación está en un punto crucial. Es una situación que la propia abogada no aguanta, ya que cada vez que asisten a un restaurante causan sensación y quieren fotografiarlos o escuchar las conversaciones. Así le sucedió el pasado fin de semana en Altea, en el restaurante La Cena 2020.

Algunos de los comensales señalaron que Ainhoa Armentia hablaba de una “campanilla de servicio” y supuso sobre las ventajas de este servicio. Ese día estuvieron acompañados de dos escoltas, lo que para muchos es un privilegio y más cuando ya no forma parte de la monarquía.

La vergüenza que condena a Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia

Y es que el coste de los guardaespaldas lo debe asumir el Ministerio del Interior y son unos 8000 euros mensuales. Sin embargo, hasta ahora, Iñaki Urdangarin no ha perdido ese privilegio y más cuando ya sus hijos son mayores de edad y está a un paso de divorciarse de la infanta Cristina.