El sueño es uno de los procesos biológicos que tiene gran impacto en nuestra salud y en el correcto funcionamiento del organismo. No mantener un hábito adecuado a la hora de dormir puede generar ciertas complicaciones a nivel cognitivo, físico y emocional, el dolor de espalda es una de ellas y es que la postura tiene un papel vital en la calidad del sueño.

Para tener un mejor rendimiento y una buena calidad de vida no solo es importante cumplir con las ocho horas de sueño recomendadas por los profesionales de salud, también es necesario tener en cuenta la regularidad del descanso y la posición en la que nuestro cuerpo reposa.

La mejor postura para dormir y evitar el dolor de espalda

De acuerdo a las investigaciones realizadas por la organización sin fines de lucro, Sleep Foundation, dedicada a promover estudios sobre la salud, la mejor manera de dormir para evitar el dolor de espalda es hacerlo boca arriba o de lado, ya que esto ayuda a una "alineación saludable de la columna desde las caderas hasta la cabeza".

De esta manera, la columna se mantendrá bien equilibrada gracias al apoyo y esto, por consiguiente, producirá menos presión y un gran alivio a los músculos que permanecerán relajados durante el descanso. Asimismo, desde la organización con sede en Detroit, Michigan, Estados Unidos, sugieren utilizar una almohada o manta entre las rodillas si se sufre de dolor de espalda crónico.

Por otro lado, es sumamente importante evitar descansar boca abajo debido a que genera menor apoyo para la espalda y sobrecarga la presión en la columna. Además, esta postura asimétrica contribuye a la aparición de arrugas faciales, ya que el rostro se encuentra presionado contra el colchón o la almohada.

En esta misma línea, Ignasi Catalá Antúnez, médico neurocirujano y subdirector del Instituto Clavel, recomienda que para una mejor calidad del sueño es necesario elegir un buen colchón y una almohada adecuada para que el cuello y la cabeza estén alineados con la columna; se debe tener higiene postural; es necesario generar una buena rutina a la hora de dormir, como por ejemplo, ejercicios de respiración; y utilizar siempre ropa cómoda.