Contrató un espía: la sospecha sobre el Príncipe Harry

El 7 de marzo marca un punto de inflexión en la vida de la Corona británica: después de sus declaraciones, la Reina Isabel se ha propuesto desactivar el escándalo del Príncipe Harry tras las acusaciones de racismo que se desencadenaron y contrató a un espía que lo sigue para saber qué se trae entre manos.

Su Majestad ha contratado los exclusivos servicios del conocido y reputado Andrew Parker, exmiembro del MI5, el servicio de inteligencia del Reino Unido, para seguir día y noche al Príncipe Harry: de este modo, Parker se ha convertido en el nuevo Lord Chamberlain de la Reina.

Andrew ha pasado a tomar un rol preponderante en la familia real en cuestión de un año: es decir, de dirigir la lucha por la seguridad interior del país, a procurar apagar los escándalos incendiarios que generó el matrimonio durante la charla de Meghan Markle y Harry de Gales con Winfrey. 

Lord Parker ha ocupado su nuevo cargo en uno de los momentos más convulsos para la Reina Isabel: no cabe duda de que le esperan grandes retos que afrontar. Uno de los más arduos: tratar los lazos y las internas familiares sin dañar la imagen de la Corona. 

La monarquía del Reino Unido, en consonancia con la investigación de la Reina Isabel, revisará su normativa interna para fomentar "la diversidad" entre sus empleados: a fin de ampliar la representación de las minorías, rechazó la oferta del propio Harry y empezó a investigarlo. Ya no cree en él. No lo quiere cerca. No por ahora.