Los fracasos y grandes logros que hicieron de Lady Di una mujer inolvidable para la historia

A pesar de que pasaron más de veinte años del fallecimiento de Lady Di, lo que vivió en su paso por este mundo, aún sigue dando que hablar, sobre todo porque su figura significó un cambio importante dentro de la monarquía británica y para muchas personas aún sigue siendo inmortal. 

A pocas horas de que llegue el día en el que la Princesa celebraría su 60 aniversario de vida, medios de distintas partes del mundo se dedicaron a realizar un repaso de lo que fue su vida. Una mujer que se destacó dentro de una institución rígida y llena de normativas por su manera de ver el mundo, su empatía, su carisma y naturalidad. 

Lady Di hacía oficial su ingreso a la realeza el día que se casó ante los ojos del mundo en la St. Paul’s Cathedral de Londres con el Príncipe Carlos, el hijo de la Reina Isabel. Apenas con 20 años, el 29 de julio de 1981, se convirtió en la Princesa de Gales.

Diana llegó a este mundo en 1961, jamás fue plebeya si no que pertenecía a una familia aristocrática de Londres, Los Spencer que estaban ligados a los Windsor. La monarca británica fue la madrina de su hermano y cuando era niña, Diana se divertía con los hermanos del Príncipe Carlos, Eduardo y Andrés.

Los padres de Lady Di se divorciaron cuando ella solo tenía siete años tras vivir durante años en un matrimonio problemático, motivo por el cual, Diana y sus hermanos se quedaron con su padre. Su madre se fue de la casa y por mucho tiempo no tuvieron contacto, incluso, cuando la Princesa ya estaba casada, muchos aseguran que su relación era bastante tensa.

Diana y Carlos contaron en una entrevista que se conocieron en 1977 cuando el Príncipe, que era amigo de la hermana de Diana, Sarah, visitó la casa de los Spencer en una cacería, y aunque existen fuentes que señalan que Carlos en realidad estaba enamorado de Sarah, lo suyo nunca prosperó.

En 1980 Lady Di volvió a estar en contacto con el heredero al trono y salieron en varias oportunidades: “Quedamos trece veces y luego nos casamos”,  reveló la Princesa en el documental “Diana: In Her Own Words”. La propuesta de casamiento fue en 1981 y ella aceptó de inmediato. El 24 de febrero la pareja anunció el compromiso en el palacio de Buckingham y la ceremonia se celebró cinco meses después.

En 1982 Carlos y Diana le dio la bienvenida al mundo a su primer hijo, William y dos años más tarde nacía el segundo y el último hijo del matrimonio, Harry. Sin dudas, ellos dos eran lo más importante para la princesa y así lo demostraba cada vez que podía. A pesar de que vivían en un mundo completamente distinto al de otros niños, ella trataba de que llevaran una vida normal dentro de lo posible. 

Pero es imposible dejar mencionar que Diana fue una mujer que sufrió mucho cuando tuvo que instalarse en el palacio de Buckingham, no solo porque su esposo nunca estaba en casa y porque sabía que la engañaba con Camilla Parker Bowles, sino, porque la mayoría de los miembros de la realeza eran hostiles con ella y no la comprendían. Quizás por ello no pudo resistir más y decidió divorciarse del príncipe en febrero de 1996 e intentó buscar la felicidad en otro sitio, aunque eso le costara tener que estar lejos de sus hijos.

Probablemente en la desesperación de encontrar a alguien que fuera su compañero, sobre todo en esos momentos en los que se sentía tan sola, aceptó conocer al empresario Dodi Al Fayed, con quien lamentablemente perdió la vida en un confuso accidente automovilístico mientras recorrían la ciudad de París y eran perseguidos por los paparazzi.

Lo cierto es que, a pesar de que Diana ya no está entre nosotros, muchas personas la recuerdan con cariño por lo que logró, su lucha y compromiso con las causas sociales más urgentes y la manera en que se enfrentaba al mundo y seguía adelante aunque se cayera una y mil veces. Por eso, el 1 de julio, día en el que celebraría su cumpleaños número 60, sus hijos, William y Harry develaran una estatua en su honor que estará ubicada en los jardines del palacio Kensignton.