JAMÁS LA OLVIDA

Los misterios detrás de Marta Gayá, la mujer que domina el corazón del Rey Juan Carlos

Desvelamos en detalle todo lo que conforma al verdadero amor del Emérito.
domingo, 12 de septiembre de 2021 · 16:05

Desde el exilio, la vida del Rey Juan Carlos sigue siendo atención de propios y extraños. Él con su halo de polémicas, escándalos e infortunios judiciales sigue dando que hablar pero poco le importa si no puede estar al lado de las personas que verdaderamente necesita. Lejos de poner el foco en los habitantes de la Zarzuela están los amores del Emérito y entre ellas está un nombre que la marcó a fuego: Marta Gayá.

Marta, una mujer cuya belleza parece atemporal, logró tener al Monarca bajo sus encantos y este le guarda un sector del corazón exclusivo para ella. El acercamiento de estos protagonistas vio la luz en 1992, cuando Juan Luis Galiacho en revista Época desveló el rostro de la "amiga" del Rey Juan Carlos, esa que compartía veraneos con él.

Nacida en 1949, se crió entre el lujo de Mallorca y no se conoce mucho sobre su privacidad solo que estuvo casada cuatro años con el ingeniero Juan Mena, vivió en Málaga y se desconoce su actividad profesional, más allá de algunos trabajos como decoradora en Barcelona. 

Nunca he sido tan feliz como con my girl.

El Rey Emérito estaba rendido a la eterna presencia de Marta. "My girl", como la llamaba, era perfecta por su belleza, su distinción y por no querer mostrarle al mundo que juntos vivían un amor clandestino y maravilloso. "Marta no le exigía nada, ni siquiera fidelidad. La relación no le favorecía. De ser una señora bien relacionada, hija de una familia bien de la isla, separada y alternando con la sociedad mallorquina, pasaba al status de querida del rey", escribió Pilar Eyre en el libro "Yo, El Rey".

Pese a los intentos de que su relación especial con el yerno de la Reina Letizia no vea la luz, la exposición que recibió Marta Gayá tuvo sus consecuencias. "Su padre dejó de dirigirle la palabra y amigos le hacían el vacío porque no iban a disgustar a la reina por cuatro días que duraría la cosa. Duró décadas... Todavía dura", explicó la periodista especialista en realeza. 

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