Hay que saber leer entre líneas

El día que Rocío Jurado tomó la decisión más difícil y condenó a su familia a un dudoso futuro

"La insuperable" habría tenido todo perfectamente planificado.
jueves, 25 de noviembre de 2021 · 02:45

Rocío Jurado es una de las grandes artistas españolas que siempre estará vigente, no solo por su arte en sí mismo, sino que sus familiares siempre se encargan de dar motivos de qué hablar. Las intervenciones televisivas de Rocío Carrasco abrieron las puertas a un sinfín de interrogantes y dudas sobre cuál era el estado en el que se encontraba la coplera antes de fallecer, más allá de su deterioro físico claro.

Muchas decisiones que tomó Rocío Jurado antes del fatídico y triste 1 de junio del año 2006 podrían llegar a echar luz respecto a cuáles eran las condiciones en las que se encontraban los integrantes de su familia. Actualmente, los rumores de que la cantante y el que fuera su marido, Ortega Cano, no lograban conciliar golpean cada vez más fuerte en la prensa rosa, más aún desde que la primogénita de "La Chipionera" presentó en la justicia documentos que le jugarían en contra al padre de Gloria Camila.

Fue un domingo a las 11:00 horas que la abogada, amiga y albacea de "La Niña de los Premios", - Ana Iglesias-, reunió a los deudos de la fallecida cantante en el chalé de La Moraleja para abrir el último testamento, aquel escrito que ella realizó el 17 de septiembre del año 2004, el mismo día en el que la artista más famosa de todos los tiempos anunció en una rueda de prensa la enfermedad que padecía.

Cabe destacar que, de acuerdo a la ley vigente, el testador o testadora, en este caso Rocío Jurado, debió otorgar un tercio de los bienes a sus hijos. Un tercio de mejora que, puede ser distribuido para sus descendientes, repartido entre los nietos o bien beneficiar a un heredero en particular; y un tercio de "libre disposición" que puede ser concedido a amigos o familiares.

¿Cómo distribuyó la gran cantante sus bienes económicos? La "legítima estricta" quedó para sus tres hijos: Rocío Carrasco, Gloria Camila y José Fernando, el "tercio de mejora" lo recibió su primogénita y, el el tercio de "libre disposición" quedó en manos de Gloria y Amador Mohedano, así como también para el hijo del segundo, Fernando, quien era uno de los grandes amores de Rocío Jurado.

Por otra parte, su viudo, Ortega Cano, heredó en usufructo la tercera parte de los bienes hereditarios, es decir el usufructo del tercio de "mejora". Asimismo, le dejó al ganadero de toros amplias participaciones en Chipigena S.A y, un dato no menor es que el marido de Ana María Aldón quedó como el administrador de la herencia que recibieron sus hijos. Por último, la artista especificó que la casa de La Moraleja debía ser vendida en menos de un año y las ganancias iban a ser destinadas para sus retoños.

Los hermanos Mohedano se quedaron con la finca Los Naranjos y una nave industrial; su ahijado Fernando obtuvo otra nave industrial; y para Juan de la Rosa, su eterno confidente y quien se encargó de cuidar por muchos años a la mujer de Fidel Albiac le cedió el chalé colindante de Chipiona y una gran suma de dinero en joyas. Mientras que, por último, Rocío Carrasco recibió también el ajuar doméstico, los derechos de todas sus obras, un piso en Miami, la mitad de otro inmueble en dicha ciudad y una ostentosa finca.