INÉDITO

El día que Rocío Jurado le tendió la mano al mayor enemigo de José Ortega Cano

La más grande siempre ayudaba a quien podía.
domingo, 5 de diciembre de 2021 · 02:45

El mundo de los toreros es bastante antiguo, en España comprenden una tradición cultural que dista de varios años, por lo que a veces puede resultar una cultura un poco conservadora pero la realidad es que existe mucha generosidad entre ellos. Además, la mayoría de los toreros siempre tienen a alguna personalidad de la farándula, como Rocío Jurado y José Ortega Cano y cuántos otros.

Y entre las historias que se cruzan podemos ver mucha competencia, de por sí los toreros siempre quieren ser los mejores y en este punto José Ortega Cano lo fue. Por su parte, Rocío Jurado nunca negó al mundo taurino su impresionante voz, siempre estuvo dispuesta a ser la animadora de esta clase de eventos que congrega multitudes.

En este punto, la historia de Rocío Jurado y por ende la de José Ortega Cano una vez se cruzó con la de otro torero muy famoso, Jesulín de Ubrique, quien construyó su carrera desde abajo y con una fortaleza envidiable que logró empujarlo hasta la cima y ser el sostén por completo de toda su familia.

La realidad es que Jesulín de Ubrique comenzó a los 13 años, con un increíble episodio que lo une a la más grande. De hecho, podría decirse que en parte ella fue un poco responsable del inicio de su carrera. El padre del diestro era organizador de eventos y para una feria contrató a varios artistas, la estrella más importante era Rocío Jurado, que tenía un caché bastante elevado. Lo malo fue que el evento no consiguió recaudar el dinero suficiente por lo que el padre del torero terminó con una deuda enorme.

Fue así que Jesulín de Ubrique, que en realidad de niño quería ser futbolista y quedaba muy bien como portero, le dijo a su padre que estaba a punto de vender una finca para pagarle los músicos a Rocío Jurado si le parecía bien que se volviera torero. Tenía tan solo 13 años, pero se pasaba los días engañando a Antonio Ordóñez, abuelo de Francisco y Cayetano Rivera que además era el empresario de la plaza de toros de Ronda, se paraba delante de él diciéndole que tenía 16 años cuando en ealidad era solo un chaval de 13.

Jesulín en realidad no quería ser torero, pero la deuda con Rocío Jurado lo hizo cambiar inmediatamente, aunque esto jamás se lo contó a ella ni a José Ortega Cano; la cantante quería demasiado al diestro. Asimismo, en su casa de Yerbabuena ella tenía una enorme fotografía de Jesulín y María José Campanario el día de su boda.