Para Rocío Carrasco ha sido un verdadero desafío someterse a contar toda la historia de su vida y del peor momento de Rocío Jurado teniendo en cuenta que ha tenido varias crisis emocionales en su historia, el último episodio de "En el nombre de Rocío" que se tituló "El espectáculo más grande del mundo: la vida", confesó cómo fueron las últimas horas en una "Eterna Madrugá".

La más grande fue víctima del cáncer y como bien sabemos para curarse se sometió a un tratamiento en Houston, Estados Unidos; al principio parecía haber causado efecto y la enfermedad aparentemente había desaparecido, pero luego la artista sintió un dolor tan grande que la familia decidió otra vez trasladarla, así lo confesó Rocío Carrasco.

La madrugada del 1 de junio de 2006 quedó grabada en la memoria de Rocío Carrasco para siempre, se preparaba para despedir a Rocío Jurado, inevitablemente, y se convirtió en el apoyo incondicional de aquellas últimas horas, pero además de ella misma, "La niña de los premios" contó con otro gran aliado.

Un hombre la acompañó contra viento y marea

Rocío Carrasco ya ha dejado en claro que la presencia de José Ortega Cano, a pesar de ser el esposo de Rocío Jurado, no aportó nada bueno en su opinión para su madre. Pero de quien sí ha querido hablar es de Fidel Albiac, quien según ella también se había vuelto una sombra de la chipionera y ella lo adoraba y escuchaba mucho.

Según Rocío Carrasco los últimos tiempos de la cantante fueron tan difíciles que a veces no tenía fuerzas para levantarse, en esos momentos aunque toda la familia estaba detrás, al único que escuchaba Rocío Jurado era a Fidel Albiac: "Estaban todos como a ver quién hacía más, pero si Fidel no llegaba a la habitación, mi madre no se levantaba de la cama".

Ella se dedicaba a andar con él y no quería ir con nadie más. El primer día que salieron de la habitación, la UCI entera la aplaudió y no dejaron de aplaudirla hasta que volvió a entrar.

Por otro lado, Rocío Carrasco no evito cargar en contra de José Ortega Cano y su papel durante la enfermedad de Rocío Jurado: "Con su actitud durante la enfermedad empieza a intentar deshacer cosas que sabía que no había hecho bien. Empieza a mostrar los sentimientos que sentía de verdad”.