Toda acción tiene sus consecuencias

Tras 25 años de la ausencia de Luis Miguel Dominguín, se desveló uno de sus más grandes secretos

La luz del torero más importante de la historia se apagó el 8 de mayo de 1996.
domingo, 9 de mayo de 2021 · 14:39

Luis Miguel Dominguín fue, de manera indiscutible, el torero más reconocido de su época, es decir, desde 1940 en adelante. Su talento y audacia en la plaza eran aplaudidos por centenares de espectadores que quedaban asombrados con su gran capacidad y su naturalidad para hacer solo lo que unos pocos se atrevían.

Al igual que en su profesión, el madrileño también dio mucho de qué hablar en lo referente a su vida privada, tanto es así que el periodista y escritor Ernest Miller Hemingway lo caracterizó como una combinación de "don Juan y Hamlet". Conquistador por inercia y dotado de un deslumbrante histrionismo y una gran elocuencia, dejaba a las mujeres rendidas a sus pies.

Pero, con el correr de los años, esta faceta del padre de Miguel Bosé le ocasionó graves consecuencias, principalmente, para aquellas damas que creían y confiaban en su amor. Antes de casarse con la musa inspiradora para muchos artistas, Lucía Bosé, el difunto torero ya había dejado más de un corazón partido en sus andanzas.

El primer salto a la alta sociedad de Luis Miguel Dominguín fue de la mano Ava Gardner, sin embargo, antes ya se había lucido con dos renombradas y reconocidas jóvenes de destacada posición social, ellas fueron: Ángela Pérez de Seoane, hija del Duque de Pinohermoso, quien al enterarse no dudó en castigar a su retoña y alejarla de su enamorado.

Así como también se relacionó con Cecilia Albéniz, nieta del prestigioso compositor Isaac Albéniz, pero este noviazgo tampoco duró mucho tiempo. Aquellas damas que marcarían su andar para siempre serían otras: por un lado, la talentosa Lucía Bosé, con quien se casó y tuvo tres hijos, y por otro, la actriz y modelo checo-mexicana, Miroslava Stern.

Lo cierto es que el significado que tuvo para él no sería del todo positivo, a pesar de haber estado muchos años al lado de la italiana y de haber tenido herederos, ella terminó por agobiarse de sus infidelidades y, aunque sabía que separarse le podía costar la crítica social, sin pensarlo demasiado, decidió hacerlo dejando a Luis Miguel Dominguín mal visto en el país.

Antes de que la pareja diera el "¡Sí quiero!", el madrileño se enamoró de la ya mencionada Miroslava, ella quería comprometerse, pero para aquel entonces el padre de Lucía y Paola Dominguín no creía en el amor eterno. Ante la negativa, la intérprete entró en depresión y se quitó la vida mientras leía cartas de Luis Miguel Dominguín, esto fue algo de lo que jamás pudo recuperarse ni olvidar.