Entre lujos y excesos

Así fue la increíble vida que se dio Carmina Ordóñez tras separarse de Paquirri Rivera

La sevillana estaba dispuesta a todo por ser feliz.
domingo, 11 de julio de 2021 · 19:52

Carmina Ordóñez fue una de las figuras más destacadas de la prensa del corazón nacional, su carisma, elegancia y sobre todo la belleza natural que portaba la llevaron a acaparar la atención de todos los periodistas y paparazzi de la época. Lo cierto es que a pesar de formar parte de una de las familias de alta alcurnia española su fama desplegó cuando se casó con con el gran torero Paquirri Rivera.

La socialité tenía apenas 17 años cuando dio el "¡Sí quiero!" el 16 de febrero de 1973 a quien se convertiría en el padre de dos de sus tres hijos, Francisco y Cayetano Rivera. El matrimonio no duró demasiado tiempo, pues para el año 1979 cada uno ya se encontraba realizando su vida por separado. Mientras que el difunto diestro se refugiaba en brazos de otras mujeres, la hija del torero Antonio Ordóñez también decidió divertirse.

¿Cómo pasaba sus días la colaboradora televisiva? Según los informes periodísticos de la época, Carmina Ordóñez vivió el verano de 1979 acompañada de amigos, disfrutando de Marbella y rodeada de muchos excesos. Allí conoció a Antonio Arribas, el que fue también novio de su gran amiga Lolita Flores.

En 1993 la televisiva se deslumbró por el cantante Julián Contreras con quien un año después contrajo matrimonio en Miami y fruto de ese amor nació el Benjamín de la familia, Julián Contreras Ordóñez. Desde ese momento la vida de la famosa cambiaría para siempre, puesto que comenzó a viajar más asiduamente y su lugar de residencia no sería del todo fijo.

Entre tantas travesías por los países vecinos optó por instalarse en Marruecos, sitio que la ayudó a canalizar todos sus sufrimientos y a sobreponerse de los avatares de la vida. Allí se la conocía como "madame Contreras" y logró hacerse de reconocidas y prestigiosas amistades.

Carmina Ordóñez se transformó de buenas a primeras en una de las personalidades más exclusivas de las fiestas reales, pues sus mejores amigos eran, nada más y nada menos que, el Rey Mohamed VI y la Princesa Lalla Meryem. Al respecto Jesús Mariñas publicaba un artículo en el portal La Razón donde destacaba la gran influencia que tenía "La Divina" en la élite marroquí.

Allá en 1991 Carmen montó un flamenquito con el que amenizar cinco días de matrimonio. Se unían un heredero de Hermés con la hija del violonchelista Rostropóvich. Echaron la casa por la ventana. Tras el olé inicial vinieron las ceremonias religiosas.