El cruel estigma con el que Kerem Bürsin de “Love is in the air” lidia hasta el día de hoy

"Love is in the air" es una de las telenovelas turcas que conquistó a la audiencia española desde que se emitió su primer capítulo en la pantalla de Telecinco. Tal fue el éxito que tuvo la historia de amor de Serkan y Eda en el público que, hoy en día, los actores que interpretan a estos personajes ganaron popularidad en distintos países del mundo. 

Kerem Bürsin, quien encarna a Serkan, se convirtió en el actor del momento no solo por su papel en la famosa novela, sino por lo que genera en sus seguidores. A pesar de que está muy agradecido por el afecto que le brindan sus seguidores, hay algo de esta fama que adquirió en los últimos años que no le agrada demasiado. 

Es que los fanáticos de "Love is in the air" se enamoraron tanto de su personaje que les resulta muy complicado separar al hombre que es en la vida real. En la ficción se mete en la piel de un joven empresario exitoso, muy elegante y seductor, pero Bürsin no cree que se parezca en todo a Serkan. 

De todos modos, parece ser que esto no solo lo piensan los que ven la serie turca, ya que meses atrás, la revista GQ de Turquía publicó un artículo donde describía a Kerem como el hombre ideal ya que es capaz de manejar "todas las relaciones de su vida con delicadeza, cuida bien su salud y su cuerpo, sabe idiomas, conoce los problemas y la cultura de su país. Parece un sueño hecho realidad". Sin embargo, Bürsin no está de acuerdo con ello. 

En más de una oportunidad, el protagonista de "Love is in the air" trató de demostrar que no solo es una cara bonita que se preocupa por su imagen, sino que aprovecha la fama que consiguió para hablar de temas urgentes como la contaminación del medioambiente o los derechos de las mujeres. De hecho, en algún momento llegó a confesar: “No quiero ser joven. No soy ese tipo de hombre. No puedo pasar mi vida siendo llamado el 'rostro hermoso de las pantallas'. No quiero ser guapo ni nada".

Con ello, Kerem nos deja en claro que a pesar de que logró convertirse en una estrella reconocida a nivel internacional, nunca dejó de ser quien era, ni traicionó sus principios y valores. Bürsin es consciente de que en esta profesión, así como un año puedes encontrarte en la cresta de la ola, al siguiente puedes haber quedado en el olvido.