NUNCA LE FALLÓ

El hombre al que Rocío Jurado antes de partir le confió su tesoro más preciado

Fue la persona en la que la cantante tenía una confianza ciega.
sábado, 3 de julio de 2021 · 02:15

En su vida Rocío Jurado conoció a muchas personas, pero estamos seguros de que pocas fueron realmente especiales para la cantante, quien a pesar de que tenía un gran corazón porque era solidaria con todos, se daba cuenta de la gente que de verdad la quería y estaba dispuesta a hacer lo que sea por ella.

Eso es lo que le pasó a la chipionera con uno de sus fans que la admiraba tanto que llegó a convertirse en su empleado y en el hombre al que la cantante le tenía una confianza ciega. Aunque su hija, Rocío Carrasco poco lo haya nombrado en público, solo las personas más cercanas a su madre saben qué significó Juan López de la Rosa en la vida de la artista.

Juan fue la persona que le demostró todo su amor a Rocío Jurado cuidando siempre de ella y su familia. De hecho, hay quienes aseguran que de la Rosa se comportaba como un padre con su hija. Pues él era consciente de que lo más importante para su ídolo era "Rociíto".

Los que conocieron a Juan cuentan que decidió dejar de usar el apellido López para usar el segundo porque, según él, sonaba mucho más artístico. Él se enteró de la existencia de la oriunda de Chipiona gracias a una nota que publicaron en los medios donde se la halagaba por su voz y por ser una chica de tan solo 17 años. Entonces, tomó nota de sus datos y comenzó escribirle. Sin embargo, durante un tiempo dejó de comunicarse por ella por desconocidas circunstancias de la vida. 

Al pasar los años, de la Rosa volvió a visitar a Rocío Jurado y allí comenzó a trabajar como secretario suyo por las tardes, respondiendo llamadas y algunas cartas. Cuando Rocío empezó a conseguir fechas para presentarse ante públicos numerosos, su vínculo con Juan se fue afianzando poco a poco.

 

El hombre se volvió indispensable para la cantante después de que se casara con Pedro Carrasco y llegara al mundo su primer y única hija biológica, Rocío. Mientras sus padres se encontraban de gira, Juan se convirtió en el segundo padre de la niña, se instaló en su hogar donde también residía su abuelo Antonio, el padre de Pedro, quien tenía devoción por su nieta.

De la Rosa era quien se ocupaba de que a Rociíto no le faltara nada, si se sentía mal él era quien se comunicaba de inmediato con el médico y procuraba que todo en el hogar estuviera en perfecto orden. Aprendió a conducir para poder trasladar a la cantante de un lado a otro en Madrid, acomodaba sus pertenencias, era el alma de la casa. Tal era la confianza que la chipionera tenía en él que era la única persona que conocía la clave de la caja fuerte de La Moraleja. Pero más que nada se preocupaba por el bienestar de la niña. De hecho, cuando ésta anunció que se casaría con Antonio David Flores, Juan se ocupó de la organización de la boda, cuando la pareja se mudó a Argentina, de vez en cuando los visitaba para cerciorarse de que todo estuviera bien.

Con los años, Juan le dio una triste noticia a la Jurado, le habían detectado cáncer de piel pero ni así dejó de ayudar a Rocío con las tareas de la casa. Ella estaba muy preocupada por su salud porque lo notaba bastante desmejorado. El hombre se jubiló en Chipiona donde su ídolo le dejó en herencia un piso. Lamentablemente Rocío dejó este mundo antes que él un 1 de junio de 2006 y se llevó con ella una parte de Juan, quien partió de este mundo al año siguiente un 30 de enero.