Había una vez

La fiesta de San Fermín otra vez se ve obligada a poner en pausa sus tradiciones

La celebración más convocante de España tendrá que limitarse a las medidas sanitarias.
martes, 6 de julio de 2021 · 18:25

Del 6 al 14 de julio es la fiesta de San Fermín. Convertida culturalmente en una de las celebraciones más grandes del mundo y también de las más significativas para España, este año tendrá que limitarse nuevamente a las medidas impuestas por las autoridades.

Es que todo muy bonito con festejar a lo grande este día, pues merecido está. Solo que la pandemia que todavía hace turismo por todo el mundo no distingue entre santos, fieles, paganos o devotos. Las alertas de los últimos días han encendido las alarmas y ahora, lo más prudente sería no salir del mismo barrio.

Lo dispuso el alcalde de Pamplona Enrique Maya en un comunicado en que pidió a los ciudadanos de la localidad que disfruten en sus barrios, evitando desplazarse por toda la ciudad a fin de prevenir cualquier rebrote. Concluyó con un tajante final en el que aseguraba: “si se tiene que tomar alguna medida especial, que nadie dude que se tomará". Mejor no ponerlo a prueba.

Sin embargo, no podemos negar que resulta muy difícil poder contenerse. Todos los 6 de julio es un día sagrado para el calendario de los pamploneses, ya que multitudes se acercan a la Plaza del Ayuntamiento, la Plaza del Castillo y el Paseo Satasate para estar presentes y contemplar juntos el lanzamiento de chupinazo oficial. La fiesta comienza, pero esta vez, en modo pandémico.

Las autoridades ni siquiera ha querido desplegar el gran pañuelo de las 12 horas, por motivos ya previamente mencionados. Los ciudadanos se encuentran en un completo desconcierto, conteniendo por segundo año consecutivo las ganas de celebrar a lo grande.

San Fermín representa la unión del pueblo cristiano y la conmemoración de un santo valiente que se atrevió a evangelizar a los pueblos de Europa. Si bien muchos académicos y estudiosos aseguran que la leyenda de San Fermín es un mito sin base histórica que acredite su veracidad, el ritual que se produce con estas fiestas ya es por si solo un evento multitudinario y convocante.

No importa a estas alturas si San Fermín existió o no. Lo que simboliza su presencia en el imaginario colectivo representa ese ritual de la cristianización, lo congregar y lo sagrado unido bajo la protección del santo.