Un grave error informático dejó al descubierto datos confidenciales del Rey Felipe

Un error lo comete cualquiera. Pero cuando la "equivocación" es provocado por una falla informática y filtra más de miles de datos en confidencialidad, las consecuencias pueden ser graves. Y no solo pasó con la población, sino que también el error llegó a alcanzar al Rey Felipe.

No se sabe cómo pasó ni qué fue lo que desencadenó el desastre. Lo cierto es que, por unas horas, la página web de la Consejería de Sanidad de la CAM liberó toda la información que tenía de sus pacientes, los estados de vacunación y hasta el celular móvil.

Con tan solo acceder al DNI de cualquier paciente se podía obtener el tipo de vacuna, el brazo donde fue aplicada la misma, el número de registro y hasta el del móvil personal. El Rey Felipe estuvo entre los damnificados y eso encendió las alarmas de las autoridades.

También se han filtrado datos del Presidente de gobierno, Pedro Sánchez, y se estima que llegaron a más miembros del gobierno. Lo que nadie ha confirmado ni desmentido aún es si entre los damnificados se encuentra la Reina Letizia.

La advertencia llegó por medio de una denuncia anónima que advirtió el desastre. Inmediatamente, la Guardia Civil se puso al frente de las investigaciones y se dio con que, efectivamente, la ventana abierta a los datos de miles de madrileños estaba abierta de par en par. El código de ciberseguridad había sido violado.

Expertos en informática de “Telemadrid” aseguran que este error podría haberse evitado, si tan solo hubieran reunido las mínimas condiciones de seguridad que normalmente suele pedirse a estas empresas. Imaginemos que hasta el propio Rey de España llegó a ser afectado por la misma.

Es que el Rey Felipe tendrá la coronita puesta del mando del poder, pero no la tiene sobre otras cosas y claro está con este episodio. Su Majestad ha sido tan afectada como otros miles de pacientes que vieron expuesta su seguridad, reafirmando la metáfora de William Shakespeare al proclamar al gusano como el rey de los animales, ya que se come tanto al noble como al mendigo.

El gusano de la mala suerte le tocó los tobillos a Felipe de Borbón y quién sabe a cuántos miembros de la realeza más. Una advertencia que nuevamente fue predicha por el dramaturgo inglés.