El único motivo que impide a Shaila, la hija de Rocío Dúrcal, alcanzar la felicidad que tanto anhela

Es innegable que actualmente Shaila está demostrando ciertas facetas para todos un tanto desconocidas, de regreso en el país y ya instalada por completo, la hija de Rocío Dúrcal y Junior Morales decidió atender y prestar más atención a aquellas cuestiones que son urgentes y las cuales fue procrastinando durante varios años, más aún después de perder a sus padres.

La cantante presume que se encuentra en su mejor momento y, no es para menos, teniendo en cuenta que se tuvo que someter a varios tratamientos para lograr alcanzar un buen estado de salud en todos los aspectos, pues la propia retoña de Rocío Dúrcal confesó que se abocó a cuidar tanto la parte física como la mental, ya que ambas son prioridad, precisamente para lograr una buena calidad de vida.

Sin duda la heredera de la cantante está en una etapa que prefiere preservar por siempre, pues le costó mucho llegar hasta donde se encuentra ahora: "A mis 42 años quiero aprovechar cada momento de la vida y más cuando pienso que mi madre se fue con 62. Ahora que he aprendido a convivir con el calabacín o brócoli, después de pensar solo en chocolate, estoy muy motivada", expresó para los reporteros.

La hermana de Carmen Morales lleva bajando 20 kilos gracias a la ayuda de su equipo médico de PronoKal, cabe destacar que Shaila no busca responder a ciertos estereotipos o gustar a las personas, por el contrario, tomó conciencia y logró adquirir hábitos saludables: "El problema que yo tenía era el ritmo de vida, los cambios de horario, los viajes, los shows, cuando tienes esa rutina no te das cuenta. Todo este proceso ha sido para llegar a ese punto de resetear el cerebro".

No obstante, y a pesar de que todo parezca color de rosas para la artista, la situación no sería tal cual como se plasma en los medios de comunicación. En este sentido, la heredera de Rocío Dúrcal expresó para el portal Pronto que no puede superar un suceso que quedó grabado a fuego en su memoria y del cual jamás logró recuperarse.

Tengo tristezas como todo el mundo.  A mí lo de mi madre me partió en dos.