El deseo que Öykü logró cumplir en el último capítulo de "Mi hija": "Soy una niña con mucha suerte"

Seguramente más de un fanático de "Mi hija" está con los pañuelos en la mano después de haber derramado varias lágrimas en el final de esta emocionante historia en el que la pequeña Öykü por fin termina con su etapa de sufrimiento y puede vivir una infancia tranquila.

Son muchas las cosas que han ocurrido en el desarrollo de la ficción turca, desde los abandonos y maltratos por los que ha pasado la pequeña, luego su controversial encuentro con Demir, que no se hacía a la idea de lo que era ser padre, pasando también por la enfermedad neurológica de la que no le ha sido difícil salir.

Todo se resume en este último capítulo de "Mi hija". A lo largo de la historia se demostró que los ojos tristes de Öykü no sólo servían para sentir compasión de ella, sino para transformarlo todo a su alrededor, primero lo hizo con su padre, Demir, que en muy poco tiempo ya no podía imaginar la vida sin ella; luego con Ugur, que es su tío protector; también con Candan que se ha convertido en una verdadera madre y hasta con el villano de la historia, Cemal, que terminó por donarle la médula que necesitaba para sobrevivir.

La vida delictiva de los protagonistas de "Mi hija" terminó con la sola presencia de la niña, y a partir de entonces solo quieren protegerla. Finalmente Demir y Candan se casan para que lo papeles legales salgan más rápido y ellos puedan convertirse en sus tutores, ella llama a la mujer de su padre "mamá" y no quedan dudas de que lo es.

Por otro lado, las lágrimas seguro se derramaron al escuchar simplificada toda la historia de "Mi hija" en palabras de la propia Öykü, a quien le encargan una tarea escolar y ella se dedica a describir a su familia, sobre todo porque a partir de ahora no tendrá que preocuparse nunca más en sufrir, ya tiene a quienes velen por su seguridad.

Soy una niña con mucha suerte, tengo un papá y una mamá que me quieren mucho, tengo dos tíos muy guapos y también te tengo a ti, profe. Tengo a mi abuela, que es la mejor, la más dulce y la más cariñosa de todas las abuelas del mundo; también tengo buenos amigos que me quieren mucho.

Por supuesto que la pequeña no se olvidó de todo lo que sucedió antes en "Mi hija" pero eso ya es historia final. "En el pasado estaba sola, pero ahora tengo la mejor familia del mundo", escribió Öykü en su cuaderno escolar, casi como el final perfecto del cuento de hadas de una princesa, que así es como la llama Demir.