Cómo olvidar aquel día en el que Carmen Tello casi termina plantada en el altar. A tan sólo 20 días de formalizar su matrimonio con Curro Romero, al torero se le ocurría suspender la boda y desaparecer. Un verdadero escándalo que sólo pudo paliar Montse Fraile, la persona que socorrió a Carmen Tello en lo peor.

Las invitaciones ya estaban enviadas y todos los servicios estaban contratados, tan sólo faltaba que Curro Romero diera el sí, parte fundamental que terminaba esfumándose por los aires. La vergüenza era gigante y nada más y nada menos que 400 invitados estarían al tanto del escándalo.

Lo cierto es que el torero también tenía sus razones para dejar todo plantado. Ante la sorpresiva suspensión que se daba a conocer en televisión, se especulaba con que Curro Romero no estaba de acuerdo con la magnitud de invitados. Las dimensiones del evento con el que Carmen Tello habría soñado no hacían más que asustar a su prometido, que temía a perder el estatus conseguido en las plazas.

La celestina

Fue la hija del productor de cine Alfredo Fraile, Montse Fraile, la que tuvo que volver a hacer de celestina en frente de la suspensión de la boda. Difícil papel el de convencer a Carmen Tello sobre la actitud de su futuro marido. Sin embargo, Montse Fraile se empeñó en hacerle entender que Curro Romero se había esfumado “para reflexionar” y que volvería a dar el sí cuanto antes.

De hecho, la gran amiga de Carmen Tello, apenas enterarse de la noticia que por entonces copó todos los medios de comunicación, cogió un tren hasta Sevilla para acompañarla. De no haber estado Montse Fraile, difícilmente se habría dado aquella reconciliación entre Curro Romero y su mujer, que finalmente terminó en boda sin el plantón de nadie, pero ante un grupo reducido de personas y sin presencia mediática.

¿Quién es?

Montse Fraile es una de las íntimas amigas de Carmen Tello. Hija de Alfredo Fraile y mujer de José María García, amigo de Curro Romero.