Fue septiembre el mes que cambió para siempre la vida de Begoña García Vaquero. Mientras compartía una reunión con familiares y amigos comenzó descompensarse. Un ictus tomó gran parte de su cuerpo y eso desencadenó un inmenso susto, hoy rompe el silencio al respecto.

Un momento inolvidable

Fueron días muy caóticos desde aquel 28 de septiembre cuando un ictus isquémico tomó el cuerpo de Begoña García Vaquero. La esposa de Pedro Trapote no había presentado síntomas previos, haciendo que la situación se vuelva cada vez más tensa.

Hoy, aquella fecha solo está marcada en el calendario como un mal momento y el inicio de una nueva vida. La Socialité confiesa a los periodistas de Europa Press que tuvo que cambiar radicalmente de hábitos, mejorando su alimentación, su rutina y, en definitiva, toda su salud.

Según los médicos, dicen que la recuperación empieza realmente a partir del sexto mes y durante dos años, yo me encuentro bien.

Revela Begoña García Vaquero tras ser interceptada por los corresponsales. Ella misma se atribuye haber pasado por el susto más grande de su vida, pero que “ya está”. Es tiempo de pasar la página una vez más y mirar hacia adelante, tomando como aprendizaje todo lo ocurrido.

Un importante mensaje

Begoña García Vaquero no deja de repasar uno a uno los temas de actualidad, como por ejemplo, la visita de sus amigos Paloma Cuevas y Enrique Ponce. Si bien la Socialité asegura no entrometerse en sus vidas privadas, los ve a ambos felices y por caminos separados. Eso es lo que importa, al fin y al cabo, reconoce animada.